El
aire acondicionado es un aparato realmente útil para calefaccionar en invierno y refrigerar en verano. Antes de la compra, debes calcular qué potencia necesitas teniendo en cuenta el
espacio de la habitación, así como la orientación y aberturas. Las capacidades de los aires acondicionados se miden en
frigorías o BTU, dependiendo del país donde lo quiera comprar.
Es recomendable que cada habitación tenga un aire acondicionado, o como mucho ponerlo en un pasillo para que refrigere dos habitaciones que son contiguas, de ese modo podrás ahorrar en compra e instalación del aparato, aunque puede tener problemas adicionales: el aire no llegará a todas las habitaciones con intensidad por lo que lo deberás tener más horas encendido o con mayor potencia, con la consiguiente reducción de vida útil, además de aumentar el gasto de electricidad.
Una vez colocado decidido el tipo y tamaño del aire acondicionado, deberemos buscar su colocación final dentro de la habitación. Recuerda que si van a haber personas debajo del aire, puede resultar molesto. Lo ideal es colocar el aparato en un lugar donde no le dé aire de forma directa. Por ejemplo, en una habitación muy alargada, conviene situar el aire entorno a la mitad de la pared para que la calefacción sea uniforme y se distribuya por el espacio.