Sin lugar a dudas, uno de los tipos de suelos más utilizado en las viviendas actuales es el parqué y lo cierto es que no es extrañar porque ofrece calidez y belleza a las estancias y es fácil de mantener. Sin embargo, con el paso del tiempo el parqué suele desgastarse debido a diferentes factores: la exposición solar excesiva; la humedad; arañazos causados por el cambio de muebles, niños, mascotas, tacones, las ruedas de las sillas… Además, puede ocurrir que el pegamento que mantiene el parqué al suelo pierda su calidad, provocando tablas sueltas por toda la vivienda.
A continuación vamos a explicarte cómo reparar los desperfectos más habituales de este tipo de suelo. No te lo pierdas porque podría serte de gran ayuda en un momento dado.
Parqué rayado
En primer lugar vamos a comenzar explicándote cómo reparar un parqué que está rayado, uno de los desperfectos más habituales en este tipo de suelos. Para hacerlo, deberás lijar el piso con maquinas específicas para esta tarea. Lo mejor es que acudas a los profesionales, que raparán toda la capa dañada devolviendo el brillo y la superficie lisa. A continuación deberá aplicarse una capa de resina a base de agua o barnices para impermeabilizar el suelo, manteniéndolo protegido de los daños.
Eso sí, si tan solo tienes algunas grietas o pequeños arañazos en tu parqué, puede valerte con lijar la imperfección con una lija de madera y, luego, aplicar cera de madera de la totalidad de tu suelo con una pequeña espátula. Después, deberás dejar secar dependiendo del periodo indicado por el fabricante y limpiar los excesos.
Grietas o roturas
Si en vez de rayadas, estamos hablando de roturas o grietas, lo mejor es que reemplaces las piezas dañadas, ya que no hay reparación para este problema. Si se trata de piezas que están clavadas a listones, puedes agujerear con un taladro y con la ayuda de una sierra cortar la pieza dañada. Si el parqué está colado al suelo lo más probable es que al retirar la pieza dañada o rota rompas alguna más, así que deberás hacerlo con mucho cuidado. Si se trata de parqué flotante sobre un bastidor será mucho más sencillo reemplazar la pieza dañada.
Parqué bufado
Si, lamentablemente, tu parqué se ha bufado por culpa del derramamiento de líquidos, fugas de agua o por la humedad, lo mejor es que retires todas las piezas y, tras comprobar que el suelo está completamente seco y libre de humedades, vuelvas a colar todas las piezas.
Agujeros
Si por cualquier motivo se ha agujereado el parqué, debes saber que podrás encontrar productos que pueden ayudarte a disimular o reparar este desperfecto en cualquier centro especializado. Para este caso, lo mejor es utilizar ceras para reparar madera, que son de fácil aplicación. Las encontrarás en una gran variedad de modelos: blandas, semi-duras, duras, en diferentes colores… Si no se encontrara el color deseado, se pueden mezclar entre sí. Lo mejor de este tipo de productos es que no pierden intensidad de color con el paso del tiempo gracias a sus pigmentos. Para su aplicación, es mejor utilizar una pequeña cuña de madera o plástico duro para no rallar o deteriorar más la superficie a reparar. En cuanto al sobrante, te recomendamos limpiarlo frotando con un trapo de algodón.
Un parqué que cruje
Si con el paso del tiempo la madera se ha quedado demasiado seca y, al contraerse las tablas que componen el suelo, suenan cuando se pisan, te recomendamos que pases una fregona mojada para que le aporte al piso la humedad que necesita, retirando el exceso de agua enseguida para que no se deteriore. Si el problema no se soluciona, puede que los rastreles estén mal colocados, en ese caso, deberás rellenar las hendiduras con una poco de parafina previamente calentada al baño maría.
Ranuras entre lamas
Por último, si han aparecido espacios entre las lamas que hacen difícil la limpieza, haz una pasta con serrín y cola y rellena bien todas las ranuras con una espátula. Una vez seca, retira el sobrante.
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