El año empieza siempre con buenos propósitos. A buen seguro que este 2014 querremos a toda costa conseguir mantener el orden en nuestra casa pase lo que pase. Sin embargo, de nada servirán las buenas intenciones si no introducimos cambios en nuestra vida. Y es que el primer paso para que cada cosa esté en su sitio es tener dónde guardarlas.
Aunque no hay fórmulas mágicas es importante que en casa tengamos el suficiente espacio para guardar todas nuestras cosas. Cajas, muebles, cómodas, librerías, cajones se convertirán en el mejor aliado.
Si además tenemos limitado el espacio tendremos que poner en marcha nuestra imaginación para sacar hueco de dónde no lo hay. Lo ideal es conseguir que los muebles habituales tengan un doble uso. La clave está en aprovechar cada centímetro.
Huecos ocultos
Una buena opción son los muebles con capacidad oculta. Por ejemplo, las camas que se levantan para guardar sábanas y mantas en su interior o mesas de centro de salón con una zona para el almacenaje son una buena opción. Las estanterías también son perfectas para almacenar libros, y apenas sobresales 30 centímetros de la pared.
En la cocina cuanto más despejada esté la encimera mayor sensación de orden. Podemos instalar baldas para libros y botes, y es importante que los manteles, trapos y delantales estén guardados en un cajón. Además, hay que optimizar las baldas, apilando vasos y platos al máximo. Generalmente no necesitamos tener mucho menaje a mano para nuestro día a día, así que conviene retirar el resto.
Para las demás estancias de la casa lo más importante es organizar bien los interiores. Contenedores, cestos y demás organizadores servirán para que todo tenga un sitio establecido. Otra buena idea es reservar un armario para los abrigos y ropa de invierno de manera que siempre estén ordenados y a mano.