Cómo pintar una pared exterior

A pesar de ser lo primero que nosotros y todos nuestros invitados vemos a la hora de llegar a nuestras casas, solemos dejarlo de lado cuando se trata de mantener nuestra vivienda estéticamente atractiva y a la moda. No nos estamos refiriendo al recibidor, que cada vez tiene más importancia en los hogares, sino a las paredes exteriores, que juegan un papel muy importante, ya que nuestros invitados se llevarán una primera impresión de nuestro hogar dependiendo de lo que vean primero, es decir, la fachada.

Por este motivo, de la misma forma que pintas las paredes interiores cada cierto tiempo, te recomendamos que también renueves las exteriores de vez en cuando, ya den a la calle o a una terraza, un patio o un jardín. De hecho, deberíamos prestarle más atención a estas paredes que a las interiores, ya que están constantemente expuestas al sol y sufren las inclemencias del tiempo. ¿Ya te hemos convencido de la importancia de pintar las paredes exteriores? ¡Pues ahora vamos a explicarte cómo hacerlo! ¿Nos acompañas?

Reparar imperfecciones

Antes de ponerte manos a la obra con la pintura es esencial que prepares las paredes, teniendo en cuenta que para pintar es esencial que estén limpias, secas y sin imperfecciones. Así, lo primero que deberás hacer es inspeccionar bien la pared y, si hay algunos puntos que están en mal estado, deberás repararlos. Por ejemplo, si hay zonas húmedas, deberás buscar el origen del problema y repararlo. Además, es esencial que la pared esté completamente seca antes de pintar. Si tiene eflorescencias (manchas blancas), deberás eliminarlas con un cepillo de púas metálicas, que también te servirá para acabar con el musgo o el moho. Eso sí, en este caso deberás aplicar algún producto fungicida.

Por otro lado, si las paredes son de ladrillos deberás repasar las juntas y, si es conveniente, repararlas con un mortero, dejándolas secar unos 10 días. Por el contrario, si se trata de paredes de yeso, tendrás que quitar los trozos sueltos, reparar con aguaplast y aplicar de nuevo yeso. Además, si hay grietas deberás rascarlas y rellenarlas con aguaplast, siempre aplicando primero un fijador universal.

Limpieza

Una vez hayas reparado las imperfecciones deberás limpiar bien las paredes, retirando toda la suciedad y los restos de polvo. Si no lo haces, la pintura no quedará bien adherida. Puedes hacer este paso con un cepillo húmedo. Eso sí, antes de aplicar la pintura deberás asegurarte de que la pared esté completamente seca.

Preparar el material necesario

Cuando las paredes estén completamente secas, deberás preparar todo el material que necesitas, es decir, una brocha, un rodillo y un palo alargador. Además, dependiendo de la altura, podría serte útil una escalera o un andamio. En cuanto a la pintura, deberá estar pensada para exteriores como, por ejemplo, la plástica, que resiste al sol y a las inclemencias del tiempo. Algunas pinturas para exterior llevan fijador incluido, pero si no lo llevan deberás comprarlo aparte. Por supuesto, es importante que a la hora de pintar las condiciones climáticas sean favorables, es decir, ni debe llover ni debe hacer mucho viento. Además, es importante que comiences el trabajo en la superficie orientada en sentido opuesto a la salida del sol.

Aplicación de la pintura

Cuando lo tengas todo apunto podrás ponerte manos a la obra. Lo ideal es que apliques dos manos de pintura esperando unas 5 horas entre mano y mano, aunque si la superficie es muy porosa es mejor aplicar tres capas. Por otro lado, te recomendamos que comiences pintando primero los bordes con una brocha y, a continuación pintar el interior mediante un rodillo.