La habitación de los niños es uno de los espacios más importantes de la casa ya que allí los más pequeños pasarán mucho tiempo entre dormir, jugar y estudiar. Siempre se decoran con muchísima ilusión y se procura hacer de manera divertida para que la decoración también lo sea y pueda haber un ambiente mucho más llamativo.
Cuando te decides a pintar el cuarto de los niños tienes que tener una serie de cosas en cuenta para que puedas sacarle el máximo provecho a la decoración y a las paredes. Toma nota:
– Elige pinturas o papeles que sean lavables y, a ser posible, con acabado vinílico. Son materiales mucho más fáciles de limpiar y podrás hacerlo únicamente con un paño húmedo. Ten en cuenta que, dependiendo de la edad, los niños suelen pintar las paredes, así que necesitarás limpiarlas muy a menudo.
– Utiliza pinturas de colores vivos y que contrasten unas con otras ya que eso estimula a los niños, principalmente su imaginación.
– Pinta en función de la ropa de cama para que todo combine, así que antes de elegir un color asegúrate de que tienes algún edredón o colcha similar o cómpralo para que puedan hacer juego.
– Lo mejor es que pintes en dos colores y que ambos vayan separados por una cenefa que vaya colocada a un metro de altura. La parte superior de la pared siempre debe ir en un tono más claro que la parte inferior.
– Utiliza cortinas en tonos suaves para que la luz se filtre mucho mejor. Para proteger al niño de la luz natural lo mejor es que pongas persianas, así podrás decidir cuándo recibe la luz y cuando no ya que solo las cortinas no le permiten tener la oscuridad suficiente a la hora de dormir.