Los radiadores forman parte de nuestra vida por suerte o por desgracia. Son elementos prácticamente imprescindibles para no pasar frío en invierno, si bien es cierto que hay otras soluciones como bien pueden ser una estufa o una chimenea.
La mayoría de los radiadores son muy feos, ayudan poco a conseguir una decoración vistosa. Hoy en día es verdad que podemos encontrar auténticas virguerías en cuanto a diseño, aunque también es verdad que son muy caros y están introduciéndose en el mercado en los últimos años.
Si eres de los que tienen un radiador convencional y quieres ocultarlo, lo mejor que puedes hacer es prestar atención a los siguientes consejos:
Si el radiador en cuestión tiene mucho fondo y te hace falta espacio, puedes disimularlo con una estantería. También puedes hacer un mueble del mismo color que la pared de la habitación. Si te decantas por la opción de la estantería, decirte que colocar la primera balda encima del radiador y después dos o tres baldas más en el mismo tono. Pintándola del mismo color que las paredes de la habitación lograrás un resultado más disimulado. Es recomendable no usar madera maciza, pues esta se agrieta más.