Pintar cualquier estancia de nuestro hogar no es cosa de niños, ya que en este hecho vamos a depositar gran parte de la carga ambiental que lograremos proyectar en cada una de las habitaciones. Por ese motivo es fundamental tener muy claro el colorido que queremos lucir en cada una de ellas y no cejar en nuestro empeño hasta que hayamos conseguido exactamente la tonalidad deseada.
Este punto puede ser muy difícil en algunas ocasiones, ya que a veces se nos mete en la cabeza una idea concreta que no logramos encontrar en ninguna marca de pintura comercial. Para ello, lo mejor es ponerse en plan creativo y comenzar a mezclar colores nosotros mismos hasta dar con el tono anhelado. Hoy veremos cómo mezclar colores con el fin de que te resulte más fácil pintar tu casa dándole rienda suelta a tus deseos e imaginación.
Colores primarios
Antes de nada, es importante saber que hay una serie de colores que es necesario comprar, puesto que son primarios y no pueden conseguirse realizando ninguna mezcla: Estos colores son el amarillo, el rojo y el azul, por un lado; y el blanco y el negro, por otro. Con los 3 primeros se realizan diversas mezclas que van dando como resultado otros colores secundarios, mientras que el blanco se utilizará para obtener un matiz más claro, y el negro para uno más oscuro.
Pues bien, a partir de esta base, todo es cuestión de empezar a realizar mezclas entre los colores primarios. Algunos ejemplos de combinaciones que puedes hacer son:
• Amarillo + rojo = naranja.
• Rojo + azul = morado.
• Amarillo + azul = verde.
Es importante destacar que las proporciones deben ser muy precisas en función de la intensidad que quieras conseguir en cada uno de los casos. Por ejemplo, en el último punto conviene utilizar más cantidad del amarillo que del azul, ya que este último es muy fuerte y podría oscurecer mucho el resultado. No obstante, no olvides que siempre tendrás el blanco y el negro para aclarar u oscurecer a tu antojo.
Otras combinaciones
Si buscas otro tipo de tonalidades y necesitas una orientación aproximada de las proporciones que necesitas utilizar, no te pierdas el colorido que te presento a continuación:
• Para obtener un azul turquesa: 5 de azul, 1 de amarillo y otra de blanco.
• Para el marrón: 2 de amarillo, 2 de azul y 1 de rojo.
• Para beige: una pizca de azul, 1 de negro, 2 de rojo, 4 de amarillo y 10 de blanco.
• Si lo que quieres es conseguir el gris: el doble de blanco que de negro.
• El rosa lo obtendrás así: 3 partes blancas por 1 de rojo.
Datos de interés
Antes de ponerte manos a la obra es importante que cuentes con la cantidad de pintura mezclada que vas a necesitar para toda la superficie que quieras pintar. Date cuenta de que al tratarse de una mezcla, te resultará muy difícil conseguir otra vez el tono exacto si te quedas corto y necesitas mezclar de nuevo.
Consejos prácticos
Dicho esto, sólo me queda recordarte los consejos prácticos que habitualmente damos a la hora de pintar, tales como limpiar las superficies sobre las que vas a trabajar, delimitar zócalos, ventanas, cajas de persianas y similares con cinta adhesiva, cubrir suelos y muebles con plásticos y vestirte de manera cómoda y con las protecciones que consideres oportunas (tales como guantes, gorros, mascarilla si lo vieras preciso, etc.). A partir de ahí, tómate tu tiempo y disfruta de la tarea, la satisfacción del trabajo bien hecho es la mejor recompensa que obtendrás cada vez que mires esa estancia y sepas que la has pintado tú mismo.
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