¿Quieres que tus alfombras estén bonitas y cuidadas? ¿Que luzcan como si fuesen nuevas? El desgaste que sufren cuando están colocadas en zonas de paso puede condicionar su aspecto, pero con unos sencillos cuidados que te voy a contar a continuación verás qué fácil es conservarlas y que tengan un aspecto siempre perfecto.
La limpieza
Para limpiar las alfombras de tu casa deberás pasar el aspirador de manera periódica para eliminar el polvo de su superficie y, también, evitar los alérgenos en el hogar. Existen, por otro lado, productos específicos para su limpieza en húmedo o en seco. Si has tenido la mala pata de que ha caído una mancha en tu alfombra, deberás actuar inmediatamente; si, por ejemplo, es de vino o de café, coloca sobre ella un poco de sal o un papel para que absorba el líquido que haya caído y se haya derramado sobre este artículo y frota a continuación. Si ves que la mancha no sale, habrá que mandar la alfombra a la tintorería… Es importante que cuando veas la mancha actúes sobre ella de inmediato para que el resultado sea mejor. El grado de limpieza dependerá en gran medida de dónde esté ubicada la alfombra, si se trata de un lugar de la casa con mucho tráfico de pisadas o, por el contrario, apenas transita nadie ni nada sobre ella.
Mantenimiento básico
Además de la aspiración frecuente del polvo, existen otras acciones básicas que debemos hacer siempre con las alfombras; consisten en quitar cualquier resto que caiga sobre ella en el momento en que ocurra (un trozo de papel, o incluso de comida, lo que sea, pero nunca dejarlo ahí), y levantar el hilo para que recupere su posición, así conseguirás borrar, por ejemplo, la marca que dejan los muebles, si hay alguna zona más chafada por las pisadas en el caso de que la alfombra se encuentre en una zona de tránsito intenso, etc. Esto lo puedes hacer pasando una plancha de vapor como a unos siete centímetros de la zona que quieres recuperar, para que el vapor ejerza ese trabajo de elevar el hilo de nuevo. Puedes peinar la alfombra después con un cepillo suave. Otra manera de eliminar estas marcas de muebles consiste en poner sobre la zona en la que se ha quedado este roce un trapo humedecido y, sobre éste, apoyar la plancha caliente, para que el vapor devuelva el estado original a las fibras de la alfombra. Después, también cepillar.
Quemaduras
Si la mancha que estropea la alfombra de tu casa es producto de una quemadura, puedes solucionarlo lijando el lugar donde se ha producido, bien con una lija fina o suave o bien con un paño con un poco de lejía o un polvo limpiador. Con esta acción podrás eliminar la zona quemada, posteriormente tendrás que peinar la alfombra, sobre todo el área que bordea a la quemadura para que así el aspecto quede renovado y más bonito.
Revivir los colores
Si ves que tu alfombra ha perdido el brillo y viveza en sus colores, espolvorea un poco de sal fina sobre ella y frota con un cepillo de cerdas finas; después, pasa el aspirador. Otra manera es cambiar la sal por bicarbonato, enrollar la alfombra, dejarla una noche así y aspirar al día siguiente. Y, si vives en un lugar en el que hace frío, prueba a sacar a la intemperie tu alfombra durante la noche, verás que al día siguiente luce mucho más bonita. Cuanto más naturales sean los elementos con los que esté confeccionada la alfombra, mayor será su resistencia y más tiempo se mantendrá en perfectas condiciones.
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