Ya sabemos que la decoración es muy importante en el hogar para que todo pueda lucir de forma espectacular, pero una gran decoración se queda en nada si la limpieza de cualquier rincón no es la adecuada. Tan importante es la limpieza general del hogar como la de algunos elementos en particular, especialmente aquellos que puede que no reflejen mucho su suciedad pero que ésta pueda afectar a su funcionamiento.
Como ejemplo, las lámparas, que suelen ser las grandes olvidadas cuando de limpieza se trata. Si las limpias de forma periódica y adecuada, conseguirás que su luz se refleje de forma perfecta todos los días, algo indispensable ya que la calidad de la luz suele bajar cuando las pantallas acumulan mucha suciedad. Hoy me gustaría escribir unos cuantos consejos para limpiar las pantallas de las lámparas, limpieza que será diferente según su material. Toma nota:
– Lámparas de pergamino: tienes que quitarles el polvo de forma suave con un plumero o un trapito que esté seco. Si tiene alguna mancha, utiliza una goma de borrar para quitársela.
– Lámparas de vidrio y plástico: la limpieza de estos dos materiales es la misma. Para que estén siempre relucientes, lávalas con un detergente suave y enjuágalas con mucha agua. Después seca de forma suave con un paño y verás que lucen como el primer día.
– Lámparas de seda: hay que tener mucho cuidado con este material ya que se puede estropear si no lo tratas de forma adecuada. Lo mejor es recurrir a profesionales ya que su limpieza no es sencilla y si la estropeas no hay vuelva atrás y tendrás que comprar otra.
– Lámparas de mimbre: puedes limpiarlas con una aspiradora para que desaparezca todo el polvo. Son las que más polvo acumulan y las que más rápido se estropean, así que sé constante con su limpieza.
– Lámparas de papel: se deben limpiar únicamente con un trapo seco, y nunca lo humedezcas ya que el agua destroza el papel y te quedarías sin pantalla.
– Lámparas de tela: son las que más se suelen utilizar y su limpieza es de las más sencillas. Utiliza para limpiarlas lo mismo que utilices para limpiar el tapizado de sofás o muebles, pero nunca las metas en la lavadora ya que pueden encoger y después no encajarían en la estructura.