Se dice que el suelo de gres o cerámica es uno de los más resistentes que existen en el mercado. Esta cualidad hace que muchos hogares dispongan de este tipo de suelo en la cocina. Hay una gran variedad de tipos de suelo de cerámica y, además, el gres es un material muy resistente y fácil de limpiar. En Decorablog te contamos cómo limpiarlo para que mantenga el mismo brillo que el primer día.
Si los albañiles acaban de terminar de montar el suelo de gres en tu hogar, lo primero que debes saber es que por muy limpio que parezca, has de limpiarlo a fondo. Probablemente tras su colocación hayan quedado restos de cemento u otro tipo de materiales.
Ácido clorhídrico
Para realizar la primera limpieza del suelo de gres utiliza ácido clorhídrico. Disuelve un chorro del líquido en agua y moja un cepillo para limpiar el suelo en dicha disolución. Sé precavido a la hora de usar esta mezcla, ya que se trata de productos tóxicos. Conviene enfundarse guantes de látex para utilizarlos y evitar las quemaduras en la piel en caso de que salte un poco de líquido.
Una vez se haya realizado la primera limpieza, el mantenimiento del suelo de gres es un mero trámite. Eso sí, coloca debajo de muebles como las mesas y las sillas soportes que eviten dañar el esmaltado del suelo. Así cada vez que se deslice una silla, por ejemplo, no se dañará el suelo.
Trucos caseros para manchas difíciles
En ocasiones puede que el suelo se manche con productos de difícil limpieza. Esto puede ocurrir con la grasa si dispones de este suelo de cerámica en la cocina. Para limpiar manchas de este tipo debes coger un barreño, echar en él un poco de agua y un chorrito de vinagre y darle al suelo hasta que la mancha desaparezca.
Para las manchas de cera, se aconseja rascarlas en seco y luego pasar el paño con un chorrito de vinagre.
Si tienes que limpiar las juntas de las baldosas, hazlo con un cepillo de dientes y lejía. Quedarán impolutas.