Una cocina pequeña no tiene porqué ser sinónimo de decoración mala o poco espacio para almacenaje, ya que aunque sus dimensiones sean pequeñas tienes muchas posibilidades para poder guardar todo lo necesario y mantener el orden, lo importante es la forma en la que lo organizas. Si la distribución de muebles y electrodomésticos es correcta, podrás aprovechar todos los rincones sin que ello suponga un aspecto feo o de mal gusto.
Decántate siempre por electrodomésticos compactos de pequeñas dimensiones, hoy en día hay una gran variedad modelos en el mercado y con muchísimos tamaños, especialmente con unos 45 centímetros de ancho que es suficiente para cualquiera de ellos. Puedes colocarlos en una misma columna para ganar más espacio, como por ejemplo el microondas encima del horno y la secadora encima de la lavadora. Puedes colocarlos también en paneles, de manera que se integran en el ambiente y quedan camuflados entre el resto de los armarios, lo que ofrece una sensación de amplitud.
Muebles con capacidad de almacenaje
En cuanto a los muebles de cocina, es más importante su distribución interior que su mayor dimensión, ya que un mayor almacenaje depende del interior y no del exterior. Coloca baldas para poder aprovechar todo el espacio disponible, siempre y cuando puedas acceder a todas ellas con facilidad. Puedes colocar también alguna columna o bandeja que sea extraíble o giratoria, aprovechará más el espacio y te dará mayor comodidad.
Otra buena idea para aprovechar el espacio de la cocina es que cuelgues alguna barra multiusos perpendicular a la encimera, así podrás colocar allí rollos de papel, trapos, sartenes o cualquier otro utensilio que suelas utilizar mucho ya que de esta manera lo tendrás en todo momento al alcance de tu mano sin necesidad de tener que estar abriendo un armario. Las baldas en la pared son también muy útiles para colocar especieros o las botellas de aceite y vinagre. Tanto las baldas como las barras es mejor que sean de acero inoxidable, ya que así soportarán mejor el paso del tiempo y la humedad que suele haber en la cocina.