Los deshumidificadores no son un accesorio muy popular en la gran mayoría de los hogares, pese a las ventajas que nos ofrecen. Sin embargo, estos aparatos tienen muchos beneficios para la salud.
Si estás pensando en adquirir uno, no te pierdas nuestro artículo de hoy. En Decorablog hemos recopilado una pequeña guía con los aspectos a tener en cuenta al escoger el deshumidificador.
Un ambiente más sano y confortable en verano e invierno
Antes de elegir deshumidificador, ¿conoces todas las ventajas de tener este aparato en casa? Los deshumidificadores nos ayudan a mantener la humedad relativa adecuada del ambiente, tanto en verano como en invierno, garantizando así una atmósfera más confortable y saludable. Así, durante los meses de invierno la humedad no enfría tanto el ambiente. Mientras que el verano el calor no resulta tan “pegajoso”.
Además, al controlar la humedad, los deshumidificadores también evitan la presencia de ácaros, hongos y moho en el ambiente. Estos aparatos también son muy recomendables para las personas con problemas respiratorios y alergias.
Los deshumidificadores también mejoran las dolencias que sufren algunas personas provocadas por el reuma, la artritis y otras molestias causadas por los huesos.
A nivel estético, estos aparatos también resultan muy prácticos ya que previenen las manchas de humedad en las paredes, así como la corrosión de aparatos eléctricos y superficies metálicas.
Un modelo fijo o portátil
Lo primero que debemos tener en cuenta al escoger deshumidificador es si queremos un modelo fijo o portátil. Los fijos son más eficaces, pero no podemos moverlos a nuestro antojo por toda la casa, a diferencia de los portátiles.
Refrigerante o desecante
Otro detalle que debemos tener en cuenta es el tipo de deshumidificador: refrigerante o desecante. Los primeros son los más habituales. El deshumidificador refrigerante aspira y canaliza el aire a través de un conducto de enfriamiento. Entonces el vapor se condensa, el agua se recoge en un depósito y el aire se expulsa de nuevo a la habitación. Hay que tener en cuenta que estos modelos actúan mejor con temperaturas altas y humedades elevadas.
Como su propio nombre indica, en el deshumidificador desecante el aire pasa a través de materiales desecantes que condensan la humedad. Si optamos por este modelo, tendremos que sustituir el desecante cuando el material absorbente esté completamente lleno. Este modelo de deshumidificador funciona mejor con temperaturas bajas y ambientes con poca humedad.
Independientemente del tipo de deshumidificador que escojas, debes tener claro que ninguno de ellos afectará sobre la temperatura de la casa, ya que solamente regulan el nivel de humedad.
Sin embargo, la humedad sí influye en nuestro cuerpo y esto afecta a nuestra percepción de la temperatura. Es decir, en verano el calor es mucho más agobiante cuando la humedad es alta. Y en invierno el frío es más fácil de soportar cuando el ambiente está seco.
El mantenimiento: ¿los filtros se pueden lavar o hay que cambiarlos?
En cuanto a su mantenimiento, en términos generales podemos decir que es bastante sencillo. Estos aparatos tienen un depósito de recogida de agua que cuenta con un sensor que controla la cantidad. Una vez que se ha alcanzado el nivel máximo, el aparato nos lo indica con alguna señal auditiva o luminosa (dependerá del modelo). Hasta que no vaciemos el depósito, el deshumidificador no podrá seguir funcionando.
Generalmente estos depósitos pueden aguantar hasta 8 o 12 horas, aunque esto dependerá del tipo de aparato y de la humedad del ambiente. Y, por supuesto, no debemos olvidarnos de limpiar y sustituir los filtros cuando el fabricante lo indique.
En resumen, al escoger el deshumidificador deberíamos tener en cuenta: si se trata de un modelo fijo o portátil; la capacidad del depósito de agua; y los filtros, si se pueden lavar o se deben cambiar cada cierto tiempo.
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