Decorar con jarrones es una iniciativa frecuente para embellecer el salón, el recibidor o el dormitorio. Existe un espacio del hogar que muestra su mejor versión a partir de los matices. El baño unifica practicidad y bienestar. El componente ornamental, como una expresión de belleza, es esencial. Y los jarrones, acompañados por flores, aportan un toque natural y una dosis de frescura. ¿Pero cómo elegir un producto que esté alineado con las características del cuarto? En Decorablog te damos algunas ideas.
1. En formato mini
En ocasiones, el baño tiene pocos metros cuadrados. Por ello, conviene seleccionar con detenimiento cada elemento para no recargar el lugar. Conviene tener en cuenta, además, que el espejo es una de las piezas esenciales. Un complemento que tiene la capacidad de multiplicar la belleza cuando muestra el reflejo de una flor o una planta.
Por ello, un pequeño jarrón situado sobre la encimera del lavabo es una posible inspiración (como puedes ver en la imagen). La foto del post muestra una composición de ingredientes que quedan perfectamente enmarcados en una bandeja rectangular.
2. En cristal
Además de tener pocos metros cuadrados, también puede ocurrir que el cuarto no cuente con una ventana. En cualquier caso, iluminar el baño desde el interior es un acierto. Por ello, conviene seleccionar una combinación de colores que realce la claridad. Por otra parte, existen materiales que consiguen este efecto. El espejo, al que hemos hecho alusión previamente, añade una mayor sensación de profundidad.
Y, por otra parte, un jarrón de cristal decora el baño. Su composición trasparente realza el protagonismo de la flor que presenta en su interior. Un jarrón transparente tiene poco peso visual. Llama la atención por su delicadeza, puesto que realza el protagonismo de todas las partes de la flor que añade el punto focal.
3. En blanco
Crear una atmósfera relajante en el baño es un objetivo que va más allá del plano estético. Un ambiente tranquilo aporta una importante sensación de calma. Y, para ello, conviene alimentar los sentidos. Un ramo natural, perfectamente situado en un jarrón blanco, no solo posee un inconfundible aroma, sino también un bonito color. Por otra parte, el blanco es un tono tan versátil que destaca en baños de estilo nórdico, clásico, contemporáneo, minimalista o industrial.
4. Geométrico
Las composiciones geométricas son habituales en la decoración del cuarto de baño. El espejo, por ejemplo, puede presentar una forma rectangular, cuadrada, circular u ovalada. Las líneas rectas y curvas, que reflejan bonitos contrastes, también pueden integrarse en un mismo lugar. El formato geométrico es una de las características visuales que puedes priorizar en la elección de un jarrón para decorar el baño.
5. Artesanal
Los productos que están elaborados de manera artesanal muestran la maestría de aquellos profesionales que realizan artículos únicos e irrepetibles. Un jarrón artesanal no solo destaca por su minucioso proceso de elaboración, sino también por la óptima calidad de materiales que tienen un buen acabado. Detalles que incrementan la resistencia y la duración del artículo.
6. Con distintas alturas
Formar una composición integrada por jarrones de diferente altura es tendencia. De este modo, los elementos del conjunto mantienen aspectos semejantes, pero también se diferencian. Y, cuando están juntos, mantienen un perfecto equilibrio. Una opción que resulta especialmente favorecedora en un baño grande.
7. Dos diseños idénticos para realzar la simetría
La simetría es un ingrediente que incrementa la perspectiva del orden en una estancia pequeña. Por ello, es uno de los recursos utilizados para planificar la reforma del baño. Dos jarrones idénticos mantienen una conexión constante. Fomentan el efecto de la repetición. Pero, además, esta propuesta te permite redecorar el cuarto sin hacer otros muchos cambios.