Es uno de los rincones del hogar que más me gustan y que más me gustaría tener en mi casa. Un mirador, esos grandes ventanales por donde entra mucha luz natural. Me encantan en los dormitorios, en el salón y me chiflan en la cocina. Son muy decorativos si sabes cómo vestirlos, y por eso en el artículo de hoy vamos a ver de qué forma decorar este espacio tan bonito y romántico, si tienes la suerte de tener uno…
Las repisas
A veces basta con tener una repisa frente a una gran ventana para hacer las veces de mirador. Puede ser práctico porque te puede ayudar a guardar cosas sobre ella, a la vez que muy decorativo si colocas ahí algún elemento especial como puedan ser plantas, unas velas, ealgunos libros… Algo que le dé toda la personalidad que merece.
Miradores con banco
Mis miradores favoritos son aquellos que incorporan una bancada delante para poder sentarte a leer, a escuchar música o a, simplemente, a disfrutar del paisaje a través de la ventana, que es de lo que se trata con estos miradores. Con muchos, muchos, cojines… Puede quedar muy decorativo y tendrás muchas posibilidades para jugar con los textiles.
En la cocina
Como te comentaba antes, los miradores en una cocina me parecen espectaculares. Puedes dedicar este espacio para colocar una pequeña mesa con unas sillas y desayunar con la luz del sol ya por la mañana, ¿no te parece un rincón absolutamente mágico?
Las cortinas de un mirador
Uno de los quebraderos de cabeza habituales que surgen cuando se piensa en decorar un mirador es qué cortina le va mejor a este espacio. Normalmente las ventanas son bastante altas y la idea es que la luz natural pase al máximo para aprovechar toda la dimensión del cristal. Si por lo que sea tienes un edificio cerca también deben proteger tu intimidad.
¿Qué cortinas son más recomendables?
Una manera de vestir tu mirador, imaginando éste haciendo un poco de “curva” en la habitación donde se encuentre, es combinando dos estores que se coordinen entre ellos, una renovación de la forma más tradicional que consiste en poner cortina y visillo. Para acertar ponlas de un color y puedes jugar con diferentes tonalidades del mismo. En cuanto a las texturas el lino o el algodón son los más luminosos y resistentes. Permitirán que pase la luz pero también evitarán miradas indiscretas. Los estores de tela que se recogen en la parte de arriba de darán espacio para abrir las ventanas si no son deslizantes y te permitirán crear adecuadamente el ángulo que forman las ventanas. Sin son ventanas correderas alarga el riel más allá del marco para que la tela se pueda recoger en un lateral durante el día si quieres que la luz pase totalmente. O, incluso, pueden ir sin cortinas…
Cortinas para un mirador con banco
Si la ventana no llega hasta el suelo, se apoya sobre un alféizar y pones un banco en este espacio como te comentaba antes, las cortinas deberán llegar hasta ese alfeizar, y si optas por estores has de colocar uno por cada ventana.
Que no falten plantas
Las plantas son las grandes aliadas para la decoración de un mirador. Aportan un toque natural muy especial, mucha vida y alegría. Elige plantas o flores que resistan bien la luz natural pues en este lugar te llegará un montón, incluso puede que incida el sol de manera directa.
Ahora en la galería de fotos te enseño algunos ejemplos de miradores. Quedan genial en el estilo nórdico, por ejemplo, ya que la luminosidad es una de sus señas de identidad y con estos rincones se aporta mucha luz a la habitación.