Mucha gente piensa que para dormir bien lo único que necesita es tener una buena cama, pero lo cierto es que hay muchos factores que pueden contribuir a que tus horas de sueño sean mejores o peores. La decoración del dormitorio es determinante para poder conseguir un buen descanso, así que hay que tener en cuenta cosas como la luz, la posición de la cama y muebles, la temperatura, los colores utilizados…
Hoy me gustaría escribir unos cuantos consejos para que sepas decorar el dormitorio para dormir bien, verás que se consigue fácilmente. Toma nota:
– Cama: sin duda es lo más importante, pero no solo la cama en sí sino también su ubicación ya que eso ayudará muchísimo a que el descanso sea mayor. La ubicación perfecta es aquella que deja la cama con el cabezal pegado a la pared para que desde la cama veas la puerta y las ventanas, pero nunca frente a una cosa ni otra. Lo ideal es que las ventanas queden a un lado de la cama.
– Organización: el desorden siempre tiende a generar estrés e inquietud, así que el dormitorio es indispensable que esté bien organizado para podar aportar mayor tranquilidad. Piensa que si te acuestas viendo un montón de cosas por el medio te pondrás a pensar en que las tienes que recoger y ya no conciliarás bien el sueño.
– Colores: los tonos suaves son los más adecuados para que el descanso sea mucho más productivo. Descarta totalmente colores fuertes o chillones ya que alteran el sueño.
– Iluminación: tiene que ser buena pero no demasiada, tanto si es natural como artificial. Si entra mucha artificial, pon cortinas o persianas que te permitan cerrar el paso a la luz cuando vayas a dormir. Si es artificial, pon puntos de luz en lugares que te ofrezcan iluminación en toda la estancia pero sin ser muy llamativa.
– Televisor: casi todo el mundo tiene ya uno en el dormitorio pero lo cierto es que es un error ya que el dormitorio es principalmente para el descanso, algo que puede verse alterado si antes de dormirte estás viendo la tele en la cama.
– Espejos: no son recomendables aquellos que te permitan verte desde la cama, especialmente si están en las puertas de los armarios. Si quieres tener alguno, que sea en un lugar en el que no te veas cuando te levantes, cuando te acuestes ni si te despiertas en mitad de la noche.