Es probable que tu comedor sea perfecto en estos momentos. Sois cuatro en la familia y no necesitáis ni más sillas ni una mesa más larga. Sin embargo, en ocasiones vienen invitados a comer o a cenar, algo que por ejemplo está sucediendo en estos últimos días con Nochebuena, Navidad y demás. Pero no sólo eso, también es posible que tu familia crezca por la llegada de más hijos, por lo que deberás plantearte algún cambio en casa para poder darles cabida. A continuación te facilito algunos consejos para que te sea una tarea más fácil de lo que piensas.
Evalúa las necesidades de tu comedor: Fíjate en el espacio que estás utilizando actualmente a la hora de comer con tu familia. Analiza si podrías utilizar más espacio en casa de que vinieran invitados. Empieza a pensar en sillas plegables y mesas que se pueden añadir a la que tienes actualmente.
Asientos para grupos: Una de las soluciones más recurridas es la de colocar asientos para grupos, tales como bancos. Es importante que no sean fijos, sino móviles, pues de esa forma lograrás que las posibilidades sean mayores. Los bancos están especialmente recomendados para los más pequeños de la casa, quienes suelen agradecerlos más.
Utilizar sillas de habitaciones adyacentes: Es un recurso bastante habitual. Aunque estéticamente puede ser horroroso, para salir de un apuro siempre se convierte en una buena solución eso de coger sillas de otras habitaciones. Además del problema estético, también puede ser que unos comensales estén sentados a más altura que otros, con el inconveniente que ello implica.
Trasladarse a la terraza: Si es verano y tienes la suerte de poder contar con una terraza, lo más sensato es llevarse todo allí. El espacio normalmente será más grande y podréis comer relajadamente mientras disfrutáis del entorno. Además, para después puede ser una genial idea para los niños, pues podrán jugar a sus anchas.
Creatividad: Cuando la falta de espacio se convierte en un problema casi insuperable, hay que tirar de creatividad e imaginación para resolverlo. Haz todo lo posible para que tus invitados se sientan cómodos, dales todas las facilidades posibles y siempre cédeles las mejores sillas y los mejores sitios. Eso sí, preside la mesa como buen anfitrión.