Uno de los grandes objetivos de la decoración es combinar funcionalidad, comodidad y estética tanto en muebles como complementos, accesorios y textiles. Uno de los complementos decorativos que más ayudan a «vestir» una casa son las alfombras, especialmente las alfombras persas, ya que son muy elegantes y con diseños y colores muy originales.
Debido a la elegancia que tienen, es imprescindible que las cuides muchísimo para que siempre puedan estar tan bonitas como el primer día y que puedan durarte muchos años, ya que si están bien cuidadas pueden pasar de generación en generación y resisitir muy bien el paso de los años sin que apenas se noten. Por eso, hoy te daré unos consejos para cuidar una alfombra persa y que la tengas siempre en buenas condiciones:
– No la limpies únicamente cuando se te mancha, hay que tratarlas y limpiarlas periódicamente para que estén bien conservadas, tanto en la parte externa como en la interior.
– Es recomendable que para que la alfombra dure más coloques debajo un tapete para que esté protegida de la suciedad y las arrugas. Además, gracias a esto se desgastará menos al no estar en constante contacto con el suelo.
– Pásale un cepillo de vez en cuando por ambos lados para evitar que se acumule el polvo y que aparezcan polillas. Hazlo en dirección de las cerdas para que no haya desprendimientos ya que pueden formarse agujeros o desniveles.
– Ve rotando la alfombra cada tres o cuatro meses para que no siempre se desgaste por el mismo sitio, ya que normalmente pisamos en el mismo lugar y así no se ve muy machacada por un sitio y muy nueva por otro. De esta manera estará más equilibrada.