Una mudanza muestra la importancia que tiene la decoración de un nuevo hogar que representa una etapa diferente. Aunque es habitual planificar ese instante con detenimiento, los errores decorativos también pueden percibirse con posterioridad a ese momento. Es decir, en el contacto directo con ese hogar, surge un cambio de perspectiva respecto a detalles que previamente se habían valorado como positivos. ¿Cómo corregir los errores decorativos después de una mudanza?
1. Anota los aspectos a mejorar en la decoración del hogar
A veces, se perciben detalles en los que no se profundiza lo suficiente. Sin embargo, si anotas cualquier aspecto relacionado con la decoración de tu casa, y los fallos que percibes en el entorno, tendrás la posibilidad de hacer un seguimiento.
Es decir, puedes ocuparte poco a poco de implementar algunas modificaciones para potenciar el confort, la amplitud, la funcionalidad, la estética (o cualquier otro componente que creas relevante). Intenta que la descripción de los errores sea lo más específica y concreta posible. Es decir, las soluciones no se centran en aspectos generales, sino en detalles puntuales.
2. Acompaña cada error de sus posibles inconvenientes
Puede suceder que tras la mudanza a una nueva casa percibas aspectos que te gustan y otros detalles que, por el contrario, te convencen menos. Sin embargo, un error decorativo va más allá de esta cuestión. Se percibe, principalmente, por medio de los inconvenientes que plantea en el día a día.
Es decir, produce unos efectos que puedes experimentar en la interacción con un lugar. Elabora un análisis con los aspectos que consideras relevantes para tener un mapa de situación más completo.
3. Creación de alternativas de decoración
La solución de un error decorativo muestra una transformación que queda perfectamente representada por medio del antes y el después de ese lugar. Algunos cambios destacan por su sencillez. Otros, por el contrario, requieren de una planificación más a largo plazo.
Sin embargo, la fase de plantear alternativas es muy positiva, ya que alimenta la creatividad durante un proyecto de decoración. Puedes buscar asesoramiento especializado para gestionar aquellas cuestiones que tienen una mayor complejidad desde el punto de vista técnico.
4. Establece fechas y plazos de tiempo
Tras comenzar una nueva etapa en una vivienda, después de haber completado la mudanza, es posible observar algunas imperfecciones en el entorno. Pero también es probable que los cambios no se materialicen de manera inmediata.
Pues bien, la planificación del proyecto sí requiere de fechas y plazos que, por supuesto, pueden concretarse más a medio o largo plazo. Lo más importante es que no pierdas la perspectiva del espacio que quieres crear y de los pasos que vas a dar en el futuro para conseguirlo.
5. Poco a poco
Tras la complejidad que supone hacer frente a una mudanza, es habitual que la persona desee ver que su hogar está completamente preparado para disfrutar de una nueva etapa. Sin embargo, la impaciencia también incrementa el riesgo de error en este escenario. Precisamente, porque es positivo disfrutar de la perspectiva que ofrece un lugar vivido.
Por ello, no tomes decisiones que estén condicionadas por las primeras impresiones tras la llegada a una nueva casa. Date el tiempo suficiente para valorar un cambio y decidir cómo vas a llevarlo a cabo a partir de entonces. Los fallos cometidos en el plano de la decoración aportan un gran aprendizaje: te permiten descubrir el potencial de ese espacio. De hecho, esos aspectos a mejorar también reflejan cómo un lugar no se percibe del mismo modo antes o después de hacer una mudanza.
Las altas expectativas previas no siempre se alinean con las necesidades reales de la familia en el día a día.