Cuando sabes que viene un bebé en camino has de trabajar contrarreloj para tenerlo todo listo para la fecha del nacimiento. Una de las mayores preocupaciones de los padres tiene que ver con el dormitorio del pequeño. ¿De qué color pintar la habitación si se espera un niño?
Tradicionalmente se ha asociado el color azul con los niños, mientras que el rosa identifica a las niñas. Pero estos códigos de colores que ha estipulado la sociedad no convencen a algunos progenitores que prefieren escoger otra tonalidad para la habitación de sus hijos. A continuación te mostramos colores alternativos al azul para pintar el dormitorio de un niño.
Verde y violeta
El color verde relaja. Si tu hijo aún es un bebé, los tonos verdáceos son los más adecuados porque evitarán que el niño se asuste y llore en exceso. Además, se dice que el verde ayuda a la concentración y al estudio, por lo que habrá que tenerlo muy en cuenta conforme el niño vaya creciendo.
¿Te gustaría que tu hijo fuese más creativo? Quizá lo que deberías hacer sería pintar la habitación de violeta. Este color estimula la creatividad y la imaginación de cualquier persona. Y si a eso le añades en la pared unos vinilos decorativos con aviones o excursionistas, seguro que el niño comienza a imaginar nuevas historias.
Amarillo y naranja, prohibidos para bebés
Los colores vivos como el naranja y el rojo estimulan a los niños. No obstante, si todavía es un bebé, no pintes la habitación de un color muy fuerte o podría asustarse. Estos tonos se recomiendan para niños más grandes, preferiblemente a partir de los 6 años de edad.
Por otro lado, tampoco pintes la habitación de amarillo si el niño solo tiene unos meses de vida. Este color está contraindicado para bebés porque les hace llorar más. Y en esta etapa de la vida lo que prima es que el pequeño esté tranquilo y relajado.