El estilo nórdico es el estilo que más está triunfando en los últimos años. Lo podemos ver en las tiendas, en las revistas de decoración y en las redes sociales, donde muchas personas se animan a compartir fotografías de ambientes que nos trasladan a países nórdicos.
Por esos lares el frío y los días nublados suelen ser los grandes protagonistas. Eso hace que la decoración escandinava tenga éxito, ya que suele emplear el blanco como base para sacar el máximo partido a la luz natural. También tienen cabida otros colores suaves y relajantes, algo que a más de uno le invita a pensar que estamos ante una moda aburrida.
Amplio abanico de colores
De aburrido no tiene nada, ya que existen multitud de variables y esquemas de color que nos permiten vestir espacios de una forma atemporal y moderna sin renunciar a la vivacidad. De hecho, el cóctel que solemos obtener también incluye otra clase de adjetivos que podemos considerar como piropos, como por ejemplo «elegante» o «sobrio».
Podemos decantarnos por pequeñas pinceladas repletas de intensidad. Toques rosas, amarillos, rojos, morados, turquesas o azules pueden ser muy válidos. Todo dependerá de la cantidad de alegría y personalidad que busques para tu hogar, pero también debes tener en cuenta que no todos los colores casan.
Los tonos más fuertes y llamativos son recomendables para complementos tales como un par de cojines, una alfombra, un puf, un cuadro o un jarrón. Son solo algunos ejemplos con los que no te costará nada romper con la sensación de monotonía que puede llegar a producir el estilo nórdico.
También podemos recurrir a los muebles para tal fin, aunque en este caso hay que tomar decisiones con más cautela. Si es un mueble grande, apostar por un color potente puede ser un error. En todo caso hay que hacerlo con muebles pequeños como pueden ser unas sillas de comedor o una mesa auxiliar. De hecho, lo más recomendable es recurrir a los tonos pastel, que como habrás podido comprobar en multitud de ocasiones son idóneos para integrarse en un hogar escandinavo.
Otra opción pasa por dar color a un mueble de forma parcial. Para que te hagas una idea, piensa en un sillón cuya estructura es de madera y la parte blanda es de un tono rosa suave. Puede quedar de maravilla si sabes combinarlo con el resto de piezas.
Estampados naturales
Dejamos a un lado los colores para hablar de los estampados. Están presentes en todos los estilos decorativos sin excepción, aunque es cierto que estamos más acostumbrados a verlos en ambientes clásicos o vintage. A pesar de ello, el estilo nórdico también les da cabida, sobre todo cuando se manifiestan en forma de elementos básicos de la naturaleza.
Bosques, animales o criaturas mitológicas se abren paso con prudencia en todo tipo de objetos decorativos y accesorios. De hecho, también se dejan ver en el mobiliario o en las paredes, sobre todo si estamos hablando de una habitación infantil.
Si quieres hacerte con muebles y complementos de estilo nórdico con los que puedas dar vida a tus estancias, te recomendamos acceder a la tienda online de Westwing.