¿Tu salón parece el mismo desde hace 20 años y quieres renovarlo por completo? Si la respuesta es afirmativa, tal vez deberías empezar la revolución planteándote qué color o qué colores vas a emplear para que parezca otro. Va a ser la primera decisión importante que tomarás en ese sentido, ya que luego vendrá la elección de los muebles y complementos que rellenarán esa parte de la casa en la que pasamos tanto tiempo descansando, conversando o viendo la televisión.
Colores hay todos los que quieras y más, pero es probable que estés hecho un lío y no sepas cuál elegir para estar a la moda. Es por eso que he decidido preparar este artículo con algunos de los colores que más están triunfando en los hogares de toda España. ¿Estás preparado para tomar nota?
Tonos pastel
En las paredes de muchos salones se están llevando todo el protagonismo, tal vez por la fiebre que se ha desatado por lo vintage. Los tonos pastel son relajantes y románticos, y hasta son capaces de transmitir una dosis de feminidad si el color elegido es el rosa o uno similar.
Si llevas una vida ajetreada por culpa del trabajo y las cargas familiares, deberías plantearte la posibilidad de pintar las paredes con un verde o con un azul pastel. Si por el contrario necesitas algo más de energía y vitalidad, un amarillo pastel te vendrá de maravilla para subir el ánimo.
Plateado
Es un color muy común para algunos objetos de decoración, pero no es tan normal que se adueñe de las paredes de nuestro hogar. Sin embargo, el plateado está de moda en los salones y hay que saber que es posible sacarle mucho partido.
Si buscas un tipo de decoración elegante y con glamour, es uno de los mejores tonos que puedes elegir. Combinado con el cristal y con metales como el oro o el bronce, el resultado que obtendrás será espectacular. Ahí entrará en acción el buen gusto que tengas, ya que el plateado es como un arma de doble filo. Si sabes combinarlo y elegir los complementos bien rozarás la perfección, pero si te equivocas en la elección tendrás un problema.
Blanco
Es todo un clásico que nunca pasa de moda. Pintar un salón de color blanco es asegurarse un acierto, sobre todo si es de reducidas dimensiones. Es un color que transmite pureza y proporciona una mayor sensación de amplitud.
La clave pasa por elegir bien los complementos, que en este caso pueden ser de colores como el negro, el violeta o el rojo. De hecho, incluso puedes combinar el blanco y el negro, o el blanco con el negro y otro color más. El repertorio es amplio.
Si el blanco de toda la vida no te acaba de convencer, prueba con las distintas tonalidades de blanco que están surgiendo en los últimos años.
Combinaciones
Si consideras que pintar las paredes del salón con un mismo color es aburrido, siempre puedes arriesgarte y apostar por dos colores o más. Puedes hacer un reparto del 50% o puedes darle más protagonismo a uno de ellos. Sea como sea, debes saber que hoy en día se lleva mucho mezclar el rojo, el amarillo y el naranja para obtener un ambiente cálido, mientras que el ambiente frío se obtiene de la mezcla de varios tonos de azul y verde. Una buena elección en este último sentido es la siguiente: verde manzana y azul aguamarina.
Si tu estilo decorativo preferido es el minimalista o el nórdico, te animo a combinar colores neutros como el blanco roto, el beige y el lino. Notarás que la serenidad llegará a tu hogar si hacer mucho ruido.
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