Cuando uno da el gran paso de independizarse sin tener pareja, o cuando simplemente ha finalizado una relación en la que convivía en un piso con otra persona, debe hacer todo lo posible por vivir a gusto en su nuevo hogar unipersonal, al que no le debe faltar de nada.
En ese sentido hay que decir que todo puede estar al gusto del soltero o la soltera, puesto que no debe llegar a un acuerdo con su pareja sobre qué muebles hay que comprar, qué colores son los más adecuados o qué complementos deben ser los protagonistas de la decoración. Eso, como es lógico, es toda una gran ventaja.
Colores claros y neutros
Una de las primeras recomendaciones que me gustaría compartir es la de utilizar colores claros y neutros en todas las estancias. Con ellos difícilmente te vas a equivocar, ya que siempre combinan muy bien con el resto de colores y sirven para sentar una base sólida en la que los errores no tienen cabida. Evidentemente, puedes añadir notas de color a través de los complementos decorativos, y eso es algo que vas a decidir tú en función de tus gustos.
El blanco es el color más popular de todos. No lo es por casualidad, ya que es el que mejores resultados ofrece cuando se trata de maximizar la amplitud. Además, es un color limpio e ideal para las paredes.
Espacios abiertos
Es cierto que es una cuestión de gustos, pero normalmente los espacios abiertos encajan muy bien con la filosofía que tenemos en mente cuando se trata de un piso de soltero o soltera. ¿Por qué? Pues porque se respira sensación de libertad, sin demasiadas paredes que dificulten el paso de la luz y con la sensación de que todo está conectado. Suelen ser pisos de reducido tamaño porque una sola persona normalmente no tiene la capacidad económica de pagar un alquiler o una hipoteca de un piso con 100 metros cuadrados o más, así que hay que hacer todo lo posible por aprovechar cada centímetro cuadrado de la vivienda recurriendo a soluciones prácticas como las puertas correderas, las bibliotecas o los tabiques móviles. Eso y aprovechar al máximo los espacios destinados al almacenaje.
Iluminación
El tema de la iluminación puede variar considerablemente en función de la estancia. Sea como sea, lo primero que hay que tener en cuenta es la cantidad de luz natural que recibe cada habitación, ya que en función de eso tendremos que reforzar en mayor o en menor grado la cantidad de iluminación artificial.
En el dormitorio, por ejemplo, una luz tenue y de baja intensidad suele ser suficiente, ya que es un lugar destinado al descanso. Sin embargo, en ocasiones necesitamos algo más de luz, motivo por el cual siempre hay que tener ciertos puntos de luz con los que cubrir todas las necesidades.
Si tienes un despacho para trabajar en casa, la luz que te hará falta no tendrá nada que ver con la del dormitorio. En este caso se agradece una temperatura de color que ronde los 5.300K por la mañana y los 3.300K por la noche. Además, para aliviar la fatiga ocular es recomendable colocar la mesa del escritorio cerca de una ventana, ya que la luz natural siempre va a ser mucho mejor que la artificial para nuestra vista.
Caprichos permitidos
¿Por qué no darse un gustazo? Si vas a estar viviendo solo en casa, que sea con tus reglas y con tus caprichos para disfrutar del día a día al máximo. Por ello, asegúrate de comprar un sofá que sea lo suficientemente grande y cómodo como para poder disfrutar de una película en las mejores condiciones, ya sea solo o en compañía. Esto mismo es aplicable a otras estancias del hogar en las que debes completar el mobiliario y la decoración no solo en función de tus necesidades básicas, sino también en función de tus gustos y tu personalidad, logrando poco a poco un hogar casi idéntico al que habías imaginado antes de irte a vivir solo.
Capacidad para recibir visitas
Aunque sea un piso de soltero o soltera en el que solo va a vivir una persona de forma habitual, hay que tener en cuenta que lo más probable es que vayamos a recibir visitas todos los meses. Por ello, a la hora de comprar un sofá no te debes limitar al tamaño más pequeño de todos, de la misma forma que tal vez vayas a necesitar una cama más grande de la que necesitarías para ti. Lo mismo es aplicable a una mesa de comedor (se recomienda comprar un mesa plegable que ocupe poco espacio) o a los muebles de exterior que tengas en tu terraza. Si solo tienes un sillón o una hamaca, cuando venga alguien no sabrá dónde sentarse. Son detalles que hay que tener en cuenta.
Estilo decorativo
Para terminar, y no por ello menos importante, es necesario dar con un estilo decorativo que reine en todo el piso. Dicho estilo puede ser el que más te guste, faltaría más. Lo único importante es que seas coherente en la elección de los muebles y la decoración, que deben encajar con dicho estilo a menos que te atrevas con una mezcla de estilos que no siempre suele salir bien. Los estilos decorativos más recomendables para un piso de soltero o soltera son el nórdico y el minimalista, ya que apuestan por la sencillez y evitan la sensación de sobrecarga visual de la que hay que huir cuando un piso es pequeño.