El parquet es, probablemente, una de las elecciones más elegantes para el suelo de casa. ¿El inconveniente? Se trata de un material que requiere un cuidado especial en función de sus características.
Así que, si estás pensando en poner parquet en tu casa, toma nota de algunas cuestiones que debes considerar antes de hacer. En Decorablog queremos ayudarte a tomar la decisión correcta y por eso compartimos contigo las principales características de este suelo, así como las claves para cuidar el parquet.
Lo que debes saber sobre el parquet
Antes de nada, ¿estás seguro que sabes qué es el parquet? ¡Vamos a aclarar dudas! El parquet es una mezcla de diferentes tipos de madera, que se utilizan para crear un patrón con el que decorar los suelos. Su nombre es un galicismo, ya que el parquet tiene su origen en la realeza francesa que utilizaba esta técnica para la decoración de sus suelos.
Un privilegio que ahora está al alcance de cualquier persona, ya que se trata de un suelo elegante y resistente, que ofrece muchas posibilidades decorativas. En el mercado encontramos diferentes opciones, por ejemplo, podemos optar por piezas laminadas de madera falsa o bien con una madera más gruesa y sólida. Como es lógico, cada tipo de parquet exige un cuidado determinado, que te presentamos a continuación.
Suelos de parquet macizo
Se trata de uno de los suelos más tradicionales. Fabricado en madera natural, este tipo de parquet es el que más cuidados exige. Debemos lijarlos cada 10 años para conseguir que la madera noble recupere su aspecto del primer día.
El inconveniente es que es un suelo sensible a los excesos de humedad, por lo que debemos limpiarlo en seco para evitar así que el agua pueda estropear el suelo. Para que el suelo se mantenga en perfectas condiciones, debemos evitar caminar con los zapatos de la calle y proteger las zonas más delicadas con alguna alfombra.
El parquet flotante
Este tipo de parquet es más resistente, por lo que su cuidado también es más sencillo. No obstante, conviene evitar el uso de productos de limpieza abrasivos y componentes ácidos que puedan dañar el suelo.
En la limpieza del parquet, es importante utilizar un aspirador con el que eliminar fácilmente hasta el último resto de polvo y suciedad que pueda dañar el suelo. Para su limpieza, conviene utilizar bayetas y fregonas humedecidas en productos naturales como el agua con vinagre que daña menos la superficie. En comercios especiales encontraremos cepillos de cerdas naturales que están especialmente diseñados para este tipo de suelos.
Soluciones sencillas a problemas frecuentes
En general, lo mejor es optar por productos de limpieza especiales para este tipo de superficies y materiales. No obstante, un mantenimiento frecuente nos ayudará a presumir de suelo en perfectas condiciones.
Aspirar el polvo y limpiarlos en seco o con una bayeta humedecida en productos especiales es un cuidado básico que debemos realizar cada semana. Pero además, debemos evitar que los rayos del sol incidan sobre el suelo durante mucho tiempo, protegiéndolo con alguna alfombra o felpudo. La humedad también causa estragos, por lo que conviene evitar los cambios bruscos de humedad y asegurar una buena ventilación en casa.
Para los arañazos, podemos aplicar una pasta especial para madera y cera que cubra el parquet. Si el problema es que el parquet cruje, entonces podemos espolvorear polvos de talco entre las ranuras de la madera y extenderlas bien con ayuda de un cepillo.
Pero si el problema es que el parquet ha perdido su brillo del primer día o presenta daños mayores, entonces se debe consultar con un experto, ya que este tipo de suelos son bastante más delicados que otros.
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