Cada casa tiene sus fortalezas y debilidades. Y, además, todo es relativo. Es decir, puede ocurrir que tener una casa pequeña sea un inconveniente para una familia numerosa mientras que para alguien que vive solo sea la opción ideal. Para decorar una casa pequeña es recomendable que observes las posibilidades de ese espacio sin establecer comparaciones constantes con otras viviendas. No te centres en la carencia sino en las oportunidades disponibles a partir de los recursos existentes. Esta actitud es creativa en el análisis del espacio para compensar con ingenio los límites del mismo.
Identifica otras fortalezas
Una vivienda pequeña puede tener otras muchas características que aportan una perfección añadida al lugar. Por ejemplo, una excelente distribución, una ubicación céntrica, un entorno de zonas verdes, amplios ventanales… Observa el lugar en su dimensión integral y no solo en la perspectiva del espacio disponible. El proyecto de decoración puede estar orientado a realzar esos aspectos atractivos de la vivienda con el fin de hacerlos visibles y darles un mayor protagonismo.
Menos es más
En cualquier tipo de lugar esta premisa es real y práctica, sin embargo, una estancia pequeña todavía pone más de relieve los errores decorativos asociados al exceso de la fórmula opuesta «más es más«. Elige la simplicidad, la sencillez y la armonía como el hilo argumental de este lugar. Prescinde de cualquier tipo de exceso ornamental en relación con aquellos elementos cuya función principal es precisamente esa: decorar.
Esta simplicidad en la decoración también facilita el propio proceso de toma decisiones en relación con el mobiliario y detalles elegidos para situar en cada lugar.
Decoración práctica
En relación con el apartado previo, la sencillez conecta con la funcionalidad inherente al mobiliario seleccionado como espacio de almacanaje en cada una de las estancias de la vivienda. Elige muebles que tengan una línea decorativa que te gusta puesto que el factor imagen es importante, sin embargo, cuida también el aspecto de la practicidad ya que de ello depende el uso que darás a los muebles a lo largo del tiempo.
Gracias a esta decoración práctica, mejora tu calidad de vida en una casa que cubre tus necesidades incrementando el confort cotidiano. Eso no significa que debas renunciar a cualquier tipo de capricho ornamental. Por ejemplo, puedes incrementar el placer emocional de la decoración con letras que forman una palabra con un anclaje de ilusión para ti. Descubre la poética de las palabras no solo en su significado sino también en la estética visual de sus letras.
Ayuda profesional
El conocimiento de un experto puede asesorarte con soluciones a medida de las características del espacio para encontrar las mejores propuestas en cada zona de la vivienda. En una vivienda pequeña es posible tomar decisiones concretas con el deseo de ganar amplitud, por ejemplo, unir la cocina y el salón. Antes de aplicar esa opción es muy importante que analices qué ganas y qué pierdes con esa reforma.
Uso del color blanco
En relación con la elección de los colores, concede un mayor protagonismo al blanco e integra otros tonos que te gusten en dosis más pequeñas para crear contrastes cromáticos. A través del blanco como hilo conductor también puedes crear una base común en las distintas estancias manteniendo una línea coherente entre el todo y las partes. Los colores claros incrementan la sensación de amplitud y de luz en el lugar. Efectos que son muy deseables en lugares de dimensiones reducidas.
La felicidad de una vivienda no se mide en sus dimensiones de espacio sino en la perfección inherente a la propia vida de los momentos descritos en ella en un presente constante.