La flor de Pascua o poinsettia es todo un clásico en las fiestas navideñas. A quien no se la regalan por Navidad o Reyes, le “cae” como regalo de empresa… La cuestión es que esta preciosa planta es la reina de los ambientes festivos de finales del año, y su belleza y elegancia merecen que se le otorgue un lugar de excepción en la decoración de la casa.
En lugar de ponerla directamente en una maceta y ya está, ¿Por qué no os animáis a hacer este sencillísimo trabajo, y conviertes a tu flor de Pascua en parte de un centro navideño de estilo nórdico? Como puedes ver, no tiene nada que ver con decorar tan solo con la planta… A continuación os cuento cómo hacerlo.
Pintura acrílica blanca
En primer lugar, busca una maceta de líneas cuadradas, a ser posible más ancha por la boca. Si no encuentras una con exterior acanalado, como la de nuestro trabajo, no te preocupes: compra cartón ondulado y forra el tiesto con él, pegándolo con pistola de encolar. Este centro está pensado para lucirlo solo durante las fiestas navideñas, así que no pasará nada si el cartón termina por estropearse. Pinta el exterior con pintura acrílica blanca de la que se utiliza para manualidades.
Cintas, ramas y bayas
Cuando la pintura se haya secado, pega dos cintas rojas y blancas bajo el borde de la maceta. Para que te queden bien rectas, mide unos centímetros (cuatro o cinco) desde la boca y señala los puntos en todas las caras. Pega las cintas con pistola de encolar y remata los extremos doblándolos. Para terminar, compra unas ramitas con frutas o bayas rojas y colócales lazos de fino alambre, como en la foto. Estos alambres los podrás pinchar en la tierra de la poinsettia sin dañar sus hojas ni sus brácteas. Si cuelgas de la boca del tiesto una pequeña media roja y blanca de lana, ¡el resultado no podrá ser más navideño! Si quieres ver muchos más trabajos como éste, no dejes de visitar la página web Stars for Europe.