Los 93 metros cuadrados de este apartamento han sido decorados con mucho gusto. El color predominante es evidentemente el blanco, aunque también encontramos toques en negro que sirven para crear una combinación perfecta. El suelo, por su parte, es de madera y de dos tonalidades, una blanca para uno de los dormitorios y el resto de color madera natural.
El espacio parece ser todavía mayor gracias al predominio del blanco, algo que es normal teniendo en cuenta que es un color que aporta más luz, tranquilidad y relax. Todo parece estar en armonía, en su sitio y limpio. Es una buena muestra de que con muy poco se puede conseguir un resultado magnífico.