Muchas veces no pensamos en el juego que da y la importancia que tiene la geometría a la hora de dar forma a una casa. Hoy he descubierto esta maravillosa casa situada en Lagos, Algarve, donde la geometría y el blanco nuclear son los hilos conductores de un diseño modernos y fresco.
El arquitecto portugués Mario Martins da vida a esta casa, situada en un paraje rocoso junto al mar, y pensada para que las vista sean lo más importante de ahí la forma y el uso del vidrio de manera recurrente. Un hogar donde la paz del entorno se cuela por todos lados.
Geometría&Paisaje
Cuando una casa se construye en un entorno tan agradable es importante tener en cuenta la importancia de la visibilidad pero también dar una forma a la casa que permite tener unas vistas concretas. Esto es lo que Mario Martins ha conseguido con las Casa Colunata.
Con un curva a lo largo de su fachada que permite tener una vista inigualable del mar, la casa se adapta a la curva natural del paisaje y permite un mayor espacio acristalado donde el vidrio se convierte en un elemento indispensable a la hora de concebir el proyecto.
Sencillez y pureza
Con unas líneas que son es si mismas muy decorativas, la decoración de la casa cede todo el protagonismo a los espacios. El blanco es recurrente tanto en el exterior como en el interior y gracias al vidrio y al color, la luz rebota por todos los rincones.
Minimalista y moderna, sin estridencias, la decoración transmite serenidad y relax haciendo de este hogar un sitio perfecto para no hacer nada más que mirar al infinito y disfrutar con el sonido del mar. Una vez dentro, las líneas curvas se suavizan y se disimulan a la perfección de forma que todo el espacio se convierte en aprovechable. Un auténtico remanso de paz.