Si quieres darle un toque de colorido y diversión al cabecero de tu cama la manualidad que te traemos hoy resulta más que apropiada. Y es que vas a poder diseñar un personalizado y colorido cabecero geométrico con el que conseguirás darle un nuevo aire a la estancia. Ya verás de qué forma tan sencilla lo vas a poder lograr. ¿Te animas a intentarlo? En el post de hoy te contamos todos los pasos que tienes que seguir para poder decorar tu dormitorio de una manera muy especial.
Formas geométricas
En este DIY las formas geométricas son las protagonistas. Y las vas a poder diseñar como más te gusten, puesto que tienes total libertad para escoger su tamaño, su diseño y el color con el que pintarlas. Pero vamos a entrar en detalle para comenzar a preparar este cabecero alegre y lleno de color. Que técnicamente no es que sea un cabecero, sino que como está sobre la cama lo hemos llamado así. Si te apetece, lo vas a poder colocar en otra ubicación, aunque nos ha encantado esta propuesta que hemos visto en el blog A Kailo Chic Life.
Los materiales
De este modo, para realizar este proyecto necesitamos:
– Láminas de espuma de diferentes espesores. Las encontrás en tiendas de manualidades.
– Un cúter para cortar las láminas.
– Una pintura especial para dar un acabado liso a la espuma y poderla pintar más cómodamente.
– Regla
– Lija de grano fino.
– Espátula.
– Pintura acrílica para manualidades.
– Cinta de doble cara.
– Pinceles.
Cómo crear este cabecero geométrico paso a paso
El primer paso consiste en cortar las hojas de espuma creando varias piezas geométricas con distintos tamaños y formas. Con la regla te puedes ayudar para poder hacer el borde recto y te servirá como guía para cortar las láminas. Como verás en las fotografías, puedes hacer cualquier forma que se te ocurra: triángulos, flechas, círculos, trapecios, rombos… Se trata de que crees una composición totalmente personalizada, será un diseño único. Esto te servirá de guía e inspiración pero seguro que ya estás imaginando tu propio cabecero.
El recubrimiento
Cuando tengas las piezas cortadas, utiliza el producto de recubrimiento para el acabado liso. Este material sella la espuma, la alisa y permite pintar las piezas más fácilmente. Si no lo encuentras puedes utilizar masilla de modelar, aguaplast o papel maché. Con ayuda de una espátula podrás distribuir bien el producto sobre la espuma. Crea una capa suave y fina y deja reposar durante toda la noche para que se endurezca o sigue las indicaciones del fabricante si aconseja otro tiempo o metodología. Cuando se haya secado, suaviza las irregularidades con la lija y afina los bordes.
La pintura
Llega el momento de dar color a tus piezas. Una vez más, total libertad para elegir los colores. Todo dependerá de tus gustos y del estilo que tenga la estancia o del que quieras darle. Aquí han apostado por tonalidades vivas, quedan genial y le dan mucha alegría al dormitorio. Como te digo, puedes optar por las que tú prefieras. Cuando estén secas, las puedes pegar en la pared utilizando una cinta de doble cara.
Las imágenes de esta manualidad
A continuación te dejo con algunas fotografías de esta manualidad sencilla y efectiva al mismo tiempo. Como te comentaba al comienzo, si no encuentras el material para recubrir la espuma antes de pintarla puedes emplear otras técnicas para alisar el material y que el color agarre mejor y quede más uniforme. El resto, ya sabes, imaginación y personalización al máximo para la elección de los colores y de las formas empleadas. Incluso para la ubicación. A mí así me gusta mucho pero, ¿se te ocurre algún otro sitio donde poder colocar esta manualidad?