Si hace unos días hablábamos de los nuevos jardines verticales para las casas, lo que hoy os traemos es sin duda rizar el rizo en lo que respecta a decoración. Se trata de fundir los bellos y relajantes acuarios de toda la vida con jardines de algas y plantas acuáticas, e iluminarlos adecuadamente para generar auténticos jardines acuáticos que sirven como decoración de paredes y como separadores de espacios. Tan atractiva y revolucionaria idea se le ocurrió ya hace tiempo a un diseñador japonés llamado Takashi Amano, que inspirándose en el agua creó algo que ya se empieza a conocer como “aquascaping” (término similar a landscaping, paisajismo, pero con la palabra “agua”), y que consiste en crear jardines subacuáticos combinando plantas, troncos que arrastra la marea y piedras especiales.
Estos jardines acuáticos también pueden llevar peces, pero la idea es que sean más bien proyectos con plantas, rocas y elementos estáticos, para diferenciarse de los acuarios clásicos.
Los jardines acuáticos de Amano, creados a través de su empresa Aqua Design Amano, se inspiran en modelos terrestres como los clásicos jardines zen japoneses o los de inspiración holandesa.
Fue allá por el año 1980 cuando Amano comenzó con esta maravillosa disciplina, y lo hizo con un acuario de plantas que pretendía imitar una escena natural en pleno crecimiento. También incluyó en este y otros proyectos un concepto de jardinería japonesa conocido como Wabi Sabi, y al final llegó a utilizar también peces para conseguir un sutil equilibrio entre vida y naturaleza. Sus creaciones alcanzan un alto grado de perfección, y suelen durar hasta seis meses en perfecto estado. Después suele ser necesario un trabajo de reconfiguración para volver a conseguir la intención original. Los jardines acuáticos de Takashi Amano recrean campos de hierba, montaña, océanos, bosques… Y lo hacen de la forma más natural e increíble.