Las masillas elásticas que se venden en cartuchos o cargas se pueden utilizar para distintos fines, aunque es muy normal verlas en la construcción. Sirven para trabajos de aislamiento, para encolados o para hacer juntas. Las más solicitadas del mercado son las de silicona, poliuterano y caucho sintético.
El principal activo de las masillas frente a otro tipo de adhesivos es que permiten pegar materiales con distinto coeficiente de dilatación. Esto significa que podemos pegar una plancha de vidrio a un marco de madera sin miedo a que se rompa. Además, son muy resistentes a los agentes externos, toleran las variaciones de temperatura y no se ven afectadas por los rayos ultravioletas.
Aplicar masillas elásticas es muy fácil. Cuando sale del cartucho, se forma un cordón de producto que se polimeriza al entrar en contacto con el aire. Luego se seca pero nunca llega a endurecerse por completo. Esa es la razón por la que este producto recibe el nombre masilla elástica.