El apartamento que podéis ver en imágenes, situado en Berlín-Charlottenburg, cerca del río Spree, en Alemania, es ideal para los amantes de lo moderno y elegante. Todas las paredes están pintadas de color blanco, de hecho podemos decir que es el color que predomina en muebles y sofás. Todo ello para que la luz natural que entra, que no es demasiada, cunda.
Tanto el comedor como el salón están integrados en el mismo espacio, aunque muy bien diferenciados. El suelo es de bambú y no falta una chimenea eléctrica para los complicados días de invierno. Por último, hay que decir que tiene una pequeña terraza que bordea gran parte del apartamento.