Lo primero que llama la atención en este apartamento ubicado en Chelsea (Manhattan, Nueva York) es sin duda la barandilla de la escalera. Efectivamente, es lo que parece: ha sido construida empleando pequeñas piezas de Lego, el famosísimo juego de bloques de construcción que ha acompañado a niños (y no tan niños) de muchísimas generaciones.
El nombre del inmueble es Residencia Marks/Caride y su decoración es el resultado de la suma de los esfuerzos de la pareja propietaria (cuyos apellidos dan el nombre a la casa) y el estudio norteamericano I-Beam Architecture and Design.
Tal y como comentan Melissa Marks y Vicente Caride, los arquitectos trabajaron con ellos para desarrollar un esquema que permitiera un piso abierto, al tiempo que generaron sistemas para poder organizar los objetos destinados a usos domésticos y actividades profesionales. Así, aparte de la curiosa decoración de la escalera, este piso también se caracteriza por las paredes correderas que se superponen para crear distintas posibilidades: desde muros para exponer cuadros, hasta un estudio para trabajar.
El apartamento tiene una línea de decoración que se basa en el uso de la madera de nogal: el sistema de baldas y estantes, las escaleras, las jambas de las puertas, las repisas de las ventanas y las encimeras son de este cálido material. Por otra parte, el resto de las superficies son blancas para crear un contraste suave; incluso se utilizó mármol de Carrara para aportar un toque de distinción a la cocina, que también se decoró con dibujos de la propietaria. La escalera, por su parte, lleva la peculiar barandilla de Lego que está construida con 20.000 piezas y diseñada por Sean Kenney, uno de los dos únicos artistas con licencia LEGO residentes en Nueva York.
Nos encantan el mueble escamoteable tras las peurtas correderas y los dibujos de las paredes.