Tener un apartamento en Rumanía de sólo 35 metros cuadrados no tiene que ser sinónimo de vivir mal. Un buen ejemplo de ello es este situado en Cluj-Napoca. Como se puede apreciar, es muy acogedor y tiene influencias americanas. Eso probablemente es porque el propietario estuvo trabajando casi un año en Arizona.
Dejando a un lado el hecho de que la lámpara del comedor esté sobre un buen puñado de libros, tengo que decir que las cosas se han hecho con muy buen gusto. Se ha utilizado el color rojo como base para todos los rincones y a partir de ahí se ha ido combinando con el blanco y los tonos marrones y plateados, ideales para el otoño. Además, está situado en un cuarto piso y tiene unas preciosas vistas a un bosque. Está claro que con poco dinero se puede despertar la admiración de muchos ignorantes.
