Para darle un toque muy especial a la decoración del hogar hay un montón de elementos que puedes utilizar, además de los diferentes estilos, formas y colores que te ayudarán a conseguir la decoración perfecta en cada estancia. Uno de los elementos que le puede dar un toque muy original a la decoración de cualquier estancia es el acuario, que encaja perfectamente en casi cualquier estilo decorativo.
Un acuario es un elemento perfecto para poner en un salón, especialmente si es minimalista o moderno ya que le aportará mucha vitalidad y colorido. Además, al ser estilos en los que hay pocos muebles, especialmente en el minimalista, destacará mucho más y se llevará casi todo el protagonismo decorativo. En cambio, no queda bien en un salón en el que tengas muchos elementos ya que se vería todo muy sobrecargado. Toma nota de estos consejos para decorar con acuarios:
– Actualmente hay infinidad de acuarios para todos los gustos y necesidades. Los puedes encontrar muy grandes, medianos o muy pequeñitos para poner tan solo un par de peces. Si es la primera vez que vas a tener un acuario, lo recomendable es empezar con uno pequeño ya que requiere menos mantenimiento y es lo ideal hasta que te acostumbres.
– Cuanto más grande es el acuario, mejores condiciones de temperatura y calidad del agua tendrá, pero también has de tener en cuenta que su mantenimiento será mayor y deberás realizar más tareas.
– También puedes elegir un tanque para peces en vez de un acuario, son similares pero parecen mucho más profesionales, además de que sus tamaños son mucho mayores. Los tienes de 40 litros si quieres algo pequeño o de 100 si buscas algo que ocupe más espacio para poder poner más peces y decoración en su interior.
– Los acuarios rectangulares son los que te proporcionan más espacio, y además son mucho más cómodos que los que son más altos que anchos, los cuales son muy bonitos pero también muy incómodos dada su forma.
– En cuanto a los materiales, los más utilizados tanto para tanques como para acuarios son el vidrio o el acrílico. Los acrílicos son más ligeros y también más seguros en el caso de que haya una pequeña fuga, pero también se rayan con más facilidad que los de vidrio. Los de vidrio pesan más y se pueden romper con mayor facilidad, pero también son mucho más baratos que los acrílicos.