Nos vamos hasta Milán, en Italia, para conocer un espectacular estudio que se ubica en la quinta planta de un edificio del siglo XIX, situado en un corredor que conecta el Parque Sempione con el barrio de Chinatown.
La estructura es de mampostería y cuenta con unas grandes paredes divisorias de ladrillos prensados que dividen el espacio en cuatro zonas, unidas hacia el oeste por una serie de aberturas alineadas. En la parte superior del tejado de madera, una fila de tragaluces proporciona luz hacia el lado «ciego» de la casa. Vamos a ver con más detalle todo lo que podemos encontrar en este apartamento italiano.
El proyecto
Esta remodelación fue encargada por una pareja joven con dos hijos. Necesitaban tres dormitorios, dos baños, un lavadero, una sala de estar con cocina contigua, un área de lectura y un estudio para los niños. La incorporación de un entrepiso en la parte superior refuerza esta vivienda y, junto con un sistema de escaleras (uno por cada habitación), permite una circulación fluida por la casa: desde cada habitación se puede llegar a cualquier parte de la vienda, en ambos niveles. Un sistema de puertas correderas permite crear zonas privadas aunque el salón y la cocina, por ejemplo, están unidos.
La cocina y la sala de estar
La cocina tiene vistas a la sala de estar, donde destaca una librería elevada sobre esta planta que se puede emplear como escritorio. Se trata una pieza original del diseñador Pietro Russo confeccionada en hierro y latón. Además, la cocina dispone un estante plegable de teca en cuyo interior está el fregadero y los fuegos. El suelo es de madera oscura combinado con azulejos, y los muebles, en tonos azules y verdes, cobran todo el protagonismo sobre las paredes blancas.
Los materiales
Encontramos azulejos de cerámica con forma hexagonal, más duraderos y más adecuados para usos como cocina, cuarto de baño y lavandería, que corren a lo largo del pasillo y se mezclan con los suelos de teca de los dormitorios. Las baldosas cerámicas que cubren los cuartos de baño, de color aguamarina, presentan en la superficie relieves en forma de diamante que confieren una luz vibrante a las paredes.
Las escaleras
Hay tres escaleras que se conectan al entresuelo: una en el salón y dos en los dormitorios. En la última habitación, debido al techo inclinado de dos caras y la altura reducida, se diseñó un poste para crear una conexión vertical. El diseño de las escaleras se inspira en los pantógrafos.
Los dormitorios
Por otro lado, en los dormitorios infantiles, para asegurar un aislamiento acústico adecuado, se han colocado paneles impresos de policarbonato sobre las láminas de metal. Sobre uno de ellos vemos que se ha instalado una zona de estudio, en un plano elevado al que se accede por las escaleras. La iluminación del pasillo funciona longitudinalmente a través de una pista electrificada colocada dentro de la viga de hierro HEB en el lado opuesto de los armarios.
La decoración
Lo que podemos ver en las fotografías sobre la decoración de este apartamento nos revela que se trata de un interiorismo no muy recargado pero con detalles significativos. Por ejemplo, en la cocina destacan unos cuadros apoyados sobre una encimera de madera y la gran lámpara que cuelga del techo de la zona de estar contigua.
Galería de fotos
A continuación te dejo con las fotografías de Filippo Bamberghi que nos ayudan a entender mejor cómo este apartamento de Milán y todos los recovecos que esconde. El uso de las escaleras le confiere una personalidad muy interesante, ya que permite jugar con las distintas alturas y crear espacios en vertical para aprovechar al máximo la superficie disponible.
