El amarillo es un color muy vivo, fuerte, alegre, que nos evoca a ese sol que tanto nos gusta disfrutar. ¿Te animas a decorar usando esta tonalidad? Lo primero que tienes que tener en cuenta es que al ser un color intenso puede llegar a saturar si lo utilizamos en exceso, aunque hay otras variantes en tonos pastel que pueden ser más llevaderas. En cualquier caso, tú mismo debes encontrar el equilibrio para que la decoración sea muy especial sin que te canses de ella. Hoy vamos a ver algunas ideas para conseguirlo. Ya verás qué energía transmite.
Combinado con otros colores
Si te animas a introducir el amarillo en tu decoración puedes hacerlo de varias formas. Una de ellas es combinado con otros tonos. Si lo haces con el blanco seguro que aciertas. También queda genial con negro, porque contrasta mucho, y también puedes añadirle toques de azul o morado, que son colores complementarios.
Pequeños detalles en amarillo
Si el amarillo te gusta pero no quieres pasarte poniendo demasiados elementos en este color puedes hacerlo con pequeños elementos decorativos que añadan pinceladas en esta tonalidad pero sin saturar el espacio con demasiado color. Queda muy alegre y muy bonito y elegante sobre un fondo en blanco, negro o gris. Hazlo con unas flores, cojines o algún cuadro, por ejemplo.
Muebles amarillos
Para los más osados, otra idea consiste en apostar por muebles amarillos. ¡Seguro que se convierten en el centro de todas las miradas! Puedes poner un sofá, una alfombra, un puff, una cómoda o una lámpara. Si dejas las paredes blancas contrastará muchísimo y podrás diseñar una estancia de lo más alegre. El amarillo transmite positividad y es un color muy luminoso.
Cocina amarilla
Una estancia donde puede quedar muy bonito el color amarillo es en la cocina. Le dará un toque diferente si lo sabes emplear bien. Para ello, te propongo que coloques armarios en este color, en su tono más suave y neutro para no saturar demasiado visualmente, y los combines con un suelo y paredes claras, para que sea más luminosa y acogedora. Añade algún toque de otro color que combine, como unas flores moradas o un cuadro en tonos azules. Y si poner los muebles te parece demasiado, opta por poner alguna alfombra amarilla o pintar una de las paredes.
Paredes amarillas
Porque otra idea que te propongo hoy es la de llevar el amarillo hasta las paredes de tu casa. Como suelo recomendarte siempre que hablamos de pintar las paredes de algún color, es mejor que optes por hacerlo solamente en una de ellas, para que cree un bonito efecto visual y contraste con el resto blancas, ya que dejarlas todas amarillas, por muy clarito que sea, puede resultar algo agobiante. Si te animas y la estancia es grande, un amarillo fuerte también creará un efecto chulísimo.
Los textiles
Otra manera de usar el amarillo es a través de los textiles. Ya hemos visto que puedes poner algún cojín sobre un sofá neutro para que contraste y se lleve toda la atención, pero ¿qué te parece utilizarlo en las cortinas? Deja el resto de la decoración en blanco y ya verás qué bonito efecto consigues crear.
Galería de fotos
A continuación te dejo con una selección de decoraciones realizadas en amarillo, color que queda genial en dormitorios, salones, cocinas y en todo tipo de estancias. Como verás, lo puedes usar en muebles, paredes o elementos decorativos más pequeños, y es que el efecto que consigue llevar hasta tu casa es alegre, fresco y divertido. ¿Te animas a jugar con el amarillo en tu decoración?