El otoño ya ha llegado a nuestras vidas, así que antes de que nos queramos dar cuenta el frío estará llamando a nuestra puerta. Por eso, es importante que preparemos nuestro hogar para el otoño-invierno (en nuestro artículo “Decoración para una casa caliente en invierno” encontrarás ideas que te resultarán muy útiles).
Una de las cosas que deberás hacer antes de que las temperaturas comiencen a descender de manera considerable es purgar los radiadores. Y es que más pronto de lo que crees tendrás que empezar a utilizar la calefacción. Como en Decorablog queremos ponértelo más fácil, hoy vamos a ofrecerte algunos consejos que hemos ido recopilando para hacerlo. ¿Te gustaría acompañarnos? ¡Te aseguramos que la información que viene a continuación te resultará de gran ayuda!
Por qué purgar los radiadores
Antes de ofrecerte nuestros consejos para purgar los radiadores, queremos explicarte por qué es tan importante que realices esta acción. Así, debes saber que esta tarea te resultará muy útil para mejorar el rendimiento de la calefacción, ya que te permitirá sacar el aire que se ha ido acumulando en el interior para que no interrumpa la circulación del combustible y para que los radiadores calienten de forma homogénea. Algunos expertos aseguran que purgando los radiadores se puede mejorar el rendimiento del sistema hasta en un 80%, además de reducir el consumo de manera considerable. Vale la pena hacerlo, ¿no crees?
Radiadores automáticos
Es importante que tengas en cuenta que algunos radiadores cuentan con purgadores automáticos. Estos son típicos de los radiadores de aluminio, ya que generan una mayor cantidad de aire durante la descomposición del agua. Si tus radiadores son de este tipo, no tendrás que preocuparte antes de poner en marcha la calefacción, ya que expulsarán el aire que sobra de manera automática. Eso sí, sí que deberás ir comprobando que el purgador automático funciona de forma correcta.
Cómo saber si hay que purgar los radiadores
Si tus radiadores disponen de purgadores automáticos no tendrás que hacer nada, pero sí se trata de purgadores manuales, entonces tendrás que ponerte ya manos a la obra. Para comprobar si es necesario o no realizar esta tarea, tendrás que fijarte en dos cosas: si el radiador está frío en la parte superior o si realiza un ruido como un gorgoteo.
Cómo purgar
Purgar el radiador resulta tremendamente sencillo. Lo primero que tienes que hacer es comprobar que la caldera está encendida. A continuación, tendrás que utilizar un destornillador de punta plana, una moneda o una llave especial para girar el tornillo de evacuación, que suele encontrarse en uno de los extremos superiores. Es importante que gires el tornillo de forma lenta y en sentido contrario a las agujas del reloj hasta que la mezcla de aire y agua comience a salir. Por supuesto, deberás colocar un recipiente debajo para que recoja el agua. Cuando el radiador ya no expulse aire y solo saque agua tendrás que cerrar el tornillo. Después, deberás comprobar que la presión de la caldera esté entre 1 y 1,5 bares. Si no tuviera esta presión, tendrías que realizar un rellenado de agua en la caldera.
Por dónde empezar
En casas de una sola planta, lo mejor es comenzar el purgado en los radiadores más cercanos a la caldera. En cambio, si vives en una casa de varios niveles, lo mejor es que comiences siempre por arriba, ya que la mayor cantidad de aire suele acumularse en los pisos más altos. De hecho, es posible que los radiadores del nivel inferior no necesiten un purgado.
Artículo recomendado: Calefacción barata con emisores termoeléctricos