Las tendencias en los hogares pasan por mantener un compromiso con el medio ambiente. Conseguir una vida ecológica no es algo complicado. Simplemente basta con incorporar conductas sanas, respetuosas con todo lo que nos rodea. Una vida ecológica puede ayudar a curar enfermedades y hacer que la vida en familia sea más armoniosa. Además, seguro que te sientes más a gusto en tu hogar. Los resultados de incorporar medidas verdes se notan en poco tiempo y no se pierde nada con intentar poner en práctica unos hábitos distintos que favorecen la conservación del entorno.
– No derrochar agua. Cerrar los grifos cuando no se usan y repararlos si están rotos. Tomar una ducha antes que un baño de inmersión. Regar por las noches. No dejar correr agua mientras nos afeitamos o cepillamos los dientes. Utilizar sistemas de aprovechamiento del agua de lluvia.
– Separar la basura, en muchos países ya es un delito no separarla en distintos contenedores especialmente preparados para recibir material orgánico, plásticos, envases y vidrios. Piensa que más de la mitad de lo que se desecha es reciclable.
– No comprar alimentos en envases de plástico como zumos individuales o galletas. Se puede comprar la bebida en una botella de cristal y comprar alimentos sueltos para evitar el uso en exceso que se hace del papel. Lo ideal es comprar envases grandes que se pueden utilizar las veces que sean necesarias. El plástico es un producto no biodegradable que contamina mucho.
– Consumir la energía necesaria. Apagar la luz de las habitaciones en las que no hay nadie. Comprar bombillas de bajo consumo. Descongelar la nevera cuando haya mucho hielo. Entre otras muchas prácticas para ahorrar en consume energético.
– Evitar las compras compulsivas. Debemos evitar el consumismo excesivo y pensar en aprovechar o reutilizar lo que ya tenemos por casa. Además, la ropa ecológica ya se vende con más naturalidad y es posible conseguir prendas hechas de bambú, caucho o maíz. Productos que no contienen pesticidas, son respirables, hipoalergénicos y completamente naturales.
– Emplear productos de limpieza ecológicos. Se pueden comprar en las tiendas donde venden elementos naturales. No son tóxicos, no perjudican el planeta ni ocasionan alergias o irritaciones.
– Prescindir de detergentes sumamente agresivos como la lejía. La alternativa más natural es limpiar la suciedad que se acumula en un hogar con limón o bicarbonato.
– Las pinturas ecológicas son mejor que las convencionales porque no contaminan ni producen problemas en la piel, tampoco suelen ocasionar alergias, ni generan situaciones de asma o enfermedades bronquiales.