Los revestimientos textiles, al igual que el papel pintado, son una opción decorativa para las paredes que ha resurgido en la decoración de espacios interiores. La tela proporciona a la superficie de la pared un acabado original y cálido que se transmite a toda la estancia. Antes de ello, es imprescindible que la pared esté libre de humedades, limpia y sin irregularidades.
La cantidad de tela necesaria será similar al perímetro de la habitación, aunque siempre es recomendable tener un poco más por si acaso. Para garantizar la adherencia de la tela sobre las paredes, es clave que en las zonas en las que se aplique el pegamento se limpie la pintura y no haya restos de papel antiguo.
Las telas que se emplean para entelar muros se suelen encontrar en rollos de grandes dimensiones. La forma de proceder para revestir las paredes con textil es la siguiente:
– Se encola primero el revestimiento y luego se superpone de forma continua. Es aconsejable no desenrollar el tejido.
– El rollo de tela lo colocaremos en posición vertical frente a los muros y vamos soltando tela para que se adhiera a la pared.
– Para asegurar un agarre más fiable, conviene presionar las zonas encoladas con la mano o con una espátula.