Antes de que el bebé llegue a su nuevo hogar, deberemos de redecorar una de las habitaciones de la casa. Puede ser una experiencia ilusionante y divertida para toda la familia. Ese espacio habrá que prepararlo especialmente con mucho cariño para que sea el sitio en el que cambiar, dormir, vestir, jugar o incluso alimentar al bebé que tiene que venir.
Se trata de una tarea que se debe de preparar con suficiente tiempo de antelación para evitar agobios y decisiones precipitadas. Además, en las últimas semanas de embarazo muchas mujeres no tienen suficientes fuerzas como para decorar la habitación del futuro hijo.
Recomendamos que la habitación esté lo más cerca posible del dormitorio de los padres. No conviene utilizar colores muy fuertes o brillantes, es mejor emplear tonalidades suaves como tonos pastel, aunque lo típico es el rosa para niñas y azul para niños. Otra buena idea es colocar cenefas decorativas, pero para ello piensa en la altura que tiene el pequeñajo.
También puedes optar por crear una habitación temática que imite con colores, dibujos, vinilos u otros elementos decorativos un campo de flores, un paisaje, un prado con hierba, recrear un bosque con animales o una playa son algunas de las ideas más interesantes.
El suelo es importante porque el bebé se pasa mucho tiempo gateando, pero también es importante el techo porque casi siempre estará tumbado boca arriba. Pintar nubes, planetas, estrellas o un sol puede distraerle. En cuanto a la iluminación, buscar lámparas atractivas que hagan una luz indirecta es lo mejor.
Los primeros meses no será necesario, pero en cuanto comience a moverse habrá que tomar precauciones con los enchufes, cables, lámparas y muebles que se pueda tirar encima o trepar por ellos, así como los radiadores al descubierto o las ventanas demasiado accesibles.
A los niños les encanta jugar en el suelo antes incluso de saber gatear, por tanto conviene tener suelos de madera o colocar alfombras o moquetas, aunque el parquet es lo más recomendado. Mientras que el mobiliario ya fabricado pensado para niños no suelen tener picos redondeados y son ideales para no causar daños.
Tampoco es bueno agobiar la habitación con muebles y objetos decorativos. Los niños pequeños necesitan jugar, saltar y correr dentro de su cuarto de una forma libre y seguro. Muy pronto irán acumulando juguetes que le van a divertir, por eso también es importante que disponga de espacios libres para guardar y ordenar las cosas.