El aire acondicionado es un elemento básico en cualquier hogar cuando llega el verano. El insoportable calor hace que necesitemos aire fresco para sentirnos mejor en casa. Pero esto tiene un riesgo. La mayoría de personas no lo utilizan como deberían y luego llegan los problemas respiratorios, dolores de garganta y resfriados.
El aire acondicionado tiene el peligro de irritar las vías aéreas y llegar a producir en algunos casos cuadros de asma bronquial. Para evitarlo, la temperatura adecuada siempre debe de estar en torno a los 24 grados durante el día (dos arriba o dos abajo) y no bajar de 25 durante la noche. En caso de bajar mucho la temperatura, no es raro que se pueda llegar a sufrir una laringitis o faringitis.
Otra de las cosas importantes que hay que hacer es limpiar todos los filtros antes de que empiece el verano y se ponga el aparato en funcionamiento. Bacterias y hongos como la legionela puede quedar almacenados provocando más de un disgusto si no los eliminamos a tiempo.