Como ya te hemos comentado en anteriores ocasiones, las viviendas de hoy en día son cada vez más pequeñas. Este fenómeno se explica por diferentes factores, como la crisis económica, el cambio en las estructuras familiares o la falta de espacio para construir en las ciudades.
Para hacer frente a la escasez de meros cuadrados en las diferentes estancias del hogar debemos recurrir a diferentes trucos como, por ejemplo, el uso de piezas de mobiliario multifuncionales. Eso sí, para que los diferentes espacios de la vivienda parezcan más grandes de lo que en realidad son es imprescindible decorarlos con los colores adecuados. Para echarte una mano a la hora de acondicionar tu pequeña casa, hoy queremos hablarte de los mejores tonos para decorar uno de las estancias más importantes de cualquier vivienda: la cocina. ¿Te apetece acompañarnos?
Blanco
Como no podía ser de otra manera, tenemos que comenzar hablando del blanco, un color que siempre se recomienda a la hora de decorar estancias pequeñas, ya que es capaz de ampliar el espacio visualmente y potencia la luminosidad, lo que también es esencial para que cualquier espacio se vea más grande. Sin embargo, el blanco tiene muchísimas más ventajas. Por ejemplo, es importante tener en cuenta que este color que siempre ha sido muy utilizado en cocinas resulta tremendamente atractivo. Además, puede encajar perfectamente en cocinas de todos los estilos: vintage, modernas, minimalistas, clásicas, nórdicas… Tampoco hay que olvidar que el blanco transmite la sensación de limpieza y pureza. Por supuesto, podrás utilizar el blanco en todos los elementos que forman parte de la estancia (mobiliario, paredes, electrodomésticos, textiles…), aunque no debes olvidarte de añadir algún toque en un color más llamativo para que el espacio no sea aburrido ni demasiado frío. Lo bueno es que podrás escoger cualquier color, ya que el blanco combina a la perfección con cualquier tonalidad de la paleta cromática.
Beige
Si la opción del blanco no te acaba de convencer, otra buena idea es decantarse por el color beige. Lo mejor de este tono es que resulta mucho más cálido y acogedor que el blanco, aunque sigue siendo tan luminoso como éste. Por supuesto, también amplia el espacio visualmente. Por otro lado, debes tener en cuenta que, bien utilizado, nos puede ayudar a crear espacios realmente elegantes. Otra de las grandes ventajas del beige es que, al igual que el blanco, puede ser combinado con muchos tonos. La mezcla con otros tonos neutros como, por ejemplo, los marrones, puede resultar tremendamente atractiva. Además, también podrá quedar genial con amarillos, rojos, rosas, verdes, azules y naranjas, entre muchos otros.
Gris
¿Sabías que el gris es uno de los colores del momento? ¡Sí! ¡Sí! ¡Tal y como lo estás leyendo! Considerado un tono neutro, es perfecto para todo tipo de estancias, incluyendo las cocinas. Eso sí, en el caso de estancias pequeñas, siempre es mejor optar por las tonalidades más claras de este color, que es uno de los más elegantes de toda la paleta cromática. Además, transmite calma y serenidad, dos cualidades muy útiles en la cocina, donde a veces nos podemos poner un poco nerviosos. Al igual que el blanco y el beige, el gris resulta de lo más versátil, ya que puede combinarse con muchos otros colores y encaja perfectamente tanto en estancias modernas como tradicionales. Por otro lado, debes tener en cuenta que, al tratarse de un color neutro, es ideal para acentuar tanto los colores cálidos como los fríos. Eso sí, si tu cocina es pequeña lo mejor es que el gris claro se combine con el blanco, aunque podrás añadir pinceladas más alegres y llamativas.