En la época de las smart cities, que para mí se ganarán ese nombre cuando no haya ni una sola persona durmiendo en la calle, a más de uno le seduce la posibilidad de alejarse de la gran ciudad para vivir cerca del campo, en pleno contacto con la naturaleza. La contaminación del aire, además de la acústica y la lumínica, es uno de los problemas de vivir rodeado de pisos y de coches.
Quienes han dado el paso no suelen estar arrepentidos. No es fácil decirle adiós a la ciudad, pero en un pueblo puedes encontrar todo lo que anhelabas. Sobre todo si tienes la suerte de vivir en una casa como las que verás en la galería de imágenes que se muestra al final de este artículo.
Beneficios de vivir rodeado de naturaleza
Si te decantas por el campo, debes saber que podrás decir adiós al estrés. Notarás que el tiempo pasa mucho más despacio y dejarás de ver a personas llevando un maletín a toda velocidad para no llegar tarde a una reunión.
Tu vida será más tranquila y no tendrás problemas para dormir. Te despedirás del ruido de los coches y del que hacen algunos vecinos a horas intempestivas. Dejarán de preocuparte los gritos de los clientes de ese bar que tenías justo enfrente de tu casa y no verás interrumpida tu sesión de relax por la bocina de un coche que no puede salir porque hay otro cerrándole el paso en doble fila.
Estarás más cerca de los animales y de los insectos. Podrás salir a pasear para admirar las bondades de la naturaleza. Te dará menos pereza que nunca organizar un pícnic en familia y celebrarás el paso de las estaciones del año para presenciar en primera persona el cambio que experimentan las hojas de algunos árboles.
Con un poco de suerte tendrás tu propio jardín ecológico. Podrás alimentarte con frutas y verduras cultivadas por tu familia y disfrutarás del auténtico sabor de los alimentos. De hecho, hasta podrás aprovechar el espacio que tendrás ante ti para practicar deportes como el ciclismo o jugar con tus hijos.
Para terminar, y no menos importante, vivir en el campo te permite gozar de unos niveles de privacidad mayores. Una privacidad que, por otra parte, se está perdiendo por culpa de las redes sociales.