Deja a un lado la idea de que un jarrón es “sólo” ese recipiente donde colocar unas bonitas flores. Hoy vamos a ver de qué manera puede contribuir este elemento a la decoración de tu hogar, aportando personalidad, color o estilo a la estancia donde lo coloques. Que tampoco ha de ser únicamente para un salón, si no que lo puedes poner en la cocina, en un baño, en el dormitorio… Donde más te guste. Eso sí, cuando vayas a hacerte con uno deberás pensar en primer lugar dónde lo quieres situar, qué colores hay en esa habitación y si lo vas a poner solo, con flores, o con flores y algún elemento decorativo más. Te damos algunas pautas y consejos a continuación.
Un toque personal y significativo
Un jarrón colocado en una habitación habla mucho de ti, y más si dentro hay unas preciosas flores que lo acompañan. Significa que te gustan los detalles, la naturaleza, que te gusta poner tu toque personal a todo lo que haces. El aspecto de una estancia puede cambiar si ponemos un jarrón pero, sobre todo, si lo ponemos con buen gusto.
Adornos en sí mismos
Hay jarrones tan especiales que por sí solos ya resultan decorativos. Por eso, dependiendo de cómo sea el jarrón que escojas, no hará falta que pongas flores dentro, ya que le estarían restando importancia y obtendrías el efecto contrario: que la habitación luciera mucho menos bonita.
Cómo elegir el mejor jarrón
A la hora de escoger un jarrón para tu casa deberás tener en cuenta el estilo de la habitación y los colores que hay en ella. Si predominan los neutros y claros, el jarrón puede tener una tonalidad llamativa y viva para que contraste. Y viceversa. Si la estancia ya de por sí tiene colores fuertes o papel pintado en las paredes con grandes estampados, escoge un jarrón más discreto, puede ser blanco o beige, o incluso de cristal transparente. Como ves, el objetivo será siempre equilibrar la estancia. A nosotros nos encantan los que venden en Daui Home.
Flores ¿sí o no?
Como te decía, si el jarrón es muy especial y decorativo no hará falta ni que coloques flores en él. Si decides ponerlas, deberán también estar a juego con el recipiente en tamaño y estilo. Mide el jarrón y las flores para ver la altura total y así podrás decidir mejor dónde ubicarlo. Si el resultado es muy alto, puedes emplazarlo en una mesita baja o en el suelo. Si la boca de jarrón es muy pequeña opta por hojas secas, lavandas o trigo, por ejemplo, y no pongas flores naturales. O incluso puedes ponerle piedras, frutas, canicas o velas…
Los estilos
La misma armonía que debes buscar con los colores debes encontrar con los estilos. No coloques un jarrón tipo chino en una habitación de estilo industrial ni uno con líneas rectas y diseño moderno en una estancia vintage. Todo debe guardar una estética conjunta y así conseguirás integrarlo en la decoración, pero siempre aportará ese toque diferenciador ahí donde lo coloques.
Los tamaños
Si la habitación donde vayas a poner el jarrón es grande, es aconsejable que el jarrón también lo sea. Puedes poner, por ejemplo, un jarrón delgado y alto con espigas directamente en el suelo. O uno redondo y ancho en el centro de la mesa. ¿O qué te parecen las damajuanas? Si la estancia es pequeña, el jarrón deberá tener igualmente reducidas dimensiones, pues de lo contrario recargaría el ambiente demasiado. Puedes poner alguno tipo botella de cristal, uno esbelto en una esquina para darle sensación de altura a la estancia… Siempre apostando por la sencillez para que no se vea una estancia demasiado abigarrada pero sí que puedas darle ese toque tan personal y especial.
A continuación te dejo con una galería de fotos con algunas ideas de jarrones muy decorativos y bonitos. Como verás, hay muchas posibilidades, ¿con cuál te quedas?