Las plantas le sientan muy bien a tu hogar, eso es algo que ya te hemos demostrado sobradamente aquí. Sin embargo, tienes que cuidar mucho su transporte para que cuando lleguen a casa no estén destrozadas o dañadas. Si vas a llevarlas en el coche, conviene que pongas en práctica algunas precauciones.
Si las plantas van en macetas pequeñas, lo mejor es agruparlas dentro de una caja de cartón, separarlas con papeles gruesas y estabilizarlas para que no se muevan de un lado para el otro. El maletero suele ser el lugar idóneo para colocarlas, nunca en la bandeja del coche porque ahí se pueden caer con un simple frenazo o acelerón. Por si fuera poco, también sufren el peligro de recibir sol y calor en exceso.
Las macetas de grandes dimensiones tienen que embalarse por completo con cartón y papel. Además, hay que proteger las plantas con una bolsa de plástico unida al tronco. Aunque el follaje se apelmace, no se estropeará tanto que si la llevamos sin embalar. En ese caso, como probablemente no nos cabrá en el maletero, lo mejor será llevarla en el asiento del copiloto en una posición fija para evitar que el sustrato de la maceta se vaya perdiendo.