¿Harto del minimalismo y todos sus derivados? ¿Cansado de ver como la mayoría de empresas que se dedican al diseño de cocinas apuestan por lo vanguardista? Si lo tuyo es lo retro, lo que se llevaba antes y poco a poco se está perdiendo, siempre estás a tiempo de desmarcarte para volver a apostar por aquello que un buen día volverá. Lo digo más que nada porque en decoración, al igual que en el mundo de la moda, lo que deja de ser tendencia hoy vuelve a inundar los escaparates de las tiendas décadas después.
Me voy a centrar en tres estilos de cocina con aires retro que pueden interesarte. El primero tiende a utilizar colores sin restricciones, el segundo tiene un cierto ramalazo industrial y el tercero está relacionado con el clasicismo.
El triunfo de los colores y los carteles vintage
Es lo más parecido a tener una cocina de esas que hemos visto en muchas películas de Hollywood. Las tonalidades pastel son las que se llevan la palma, en especial el tono turquesa que baña muebles y electrodomésticos en la imagen que aparece sobre estas líneas. Eso sí, tampoco puedes olvidar que el rojo es uno de los colores vintage por excelencia.
Para obtener el mejor resultado posible, no basta con aliarse con dichas tonalidades. También hay que prestar atención a los complementos, y en ese sentido no hay nada como recurrir a los carteles que tantas y tantas veces hemos visto. No son demasiado caros y pueden cambiar tu cocina por completo.
No es el único complemento que merece la pena considerar. Puedes añadir una dosis retro extra con un servilletero de los años 80, con manteles de encaje vintage, con baldosas hidráulicas o con azulejos antiguos.
Ladrillo visto y muebles antiguos son viejos amigos
El estilo de decoración industrial es uno de los más abiertos que existen. En su ADN podemos encontrar varias opciones decorativas mezcladas, y es por ello que no es extraño ver cocinas retro en lofts que aparentemente son vanguardistas.
El ladrillo visto debe aparecer por alguna parte y los muebles antiguos juegan un papel fundamental. Normalmente son de madera, pero también pueden ser de un metálico envejecido muy genuino. Éste puede expresarse en taburetes, sillas, mesas, cajones organizadores… Puede ir a juego con los cacharros de la cocina que puedes colgar para darle un toque más auténtico, aunque en este caso el metal no debería ser envejecido por cuestiones de higiene.
Colocar una escalera como en la imagen es una buena idea si no molesta y es útil, como también lo es tener los clásicos cubos de basura que te pueden servir para reciclar sin romper la armonía.
Nobleza y tradición
He aquí el estilo retro que menos gusta a los más jóvenes, aunque todavía hay gente que se sigue decantando por la elegancia de una cocina tradicional y con algún que otro lujo.
Aquí sí que no hay espacio para las frivolidades. Todo, o casi todo, debe ser antiguo, y que sea más o menos rústico dependerá de la decoración del resto de estancias y el tipo de vivienda. Los adornos suelen ser piezas de arte y las lámparas tienden a lucir diseños que se han ido perdiendo por el camino, como por ejemplo las arañas de cristal. Los armarios pueden ser de madera con frente de rejilla.
Los colores utilizados en este tipo de cocinas normalmente son claros y neutros. Grises, amarillos, crema… Todos ellos combinados con madera maciza que puede ser de roble, de caoba o de cerezo. También es habitual el uso de frisos y escayola para no dejar nada a la imaginación. Los azulejos suelen ser clásicos y poco arriesgados, y para el suelo lo mejor son los recubrimientos cerámicos monocolor.
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