Conoce las claves para usar adecuadamente los colores en la decoración. El color se debe utilizar como una herramienta efectiva en el diseño para aprovechar al máximo sus posibilidades y sus efectos psicológicos. Ten en cuenta que la tonalidad predominante de una habitación será la que determine su carácter, para su elección deberemos conocer la actividad que se va a desarrollar en cada espacio. Por ejemplo, si deseamos crear un cuarto de juegos para niños, necesitaremos colores estimulantes y alegres, mientras que para un dormitorio buscaremos tonos más relajantes o suaves.
Analiza la cantidad de color necesaria y la forma en que lo quieres distribuir, la combinación entre diferentes tonalidades creará varios matices que se pueden plasmar en la pared, con una alfombra, con la elección del mobiliario o de los accesorios. Lo que cuenta en definitiva es el gusto personal de cada persona.
Recuerda que los colores primarios son: el rojo, el amarillo y el azul; cuando los mezclamos podemos conseguir efectos muy vibrantes, proporcionando máximos contrastes. Sin embargo, tienes que ir con mucho cuidado porque una combinación puede resultar agobiante y cansar mucho la vista. Los contrastes de color en pequeños detalles resultan muy acertados para revitalizar y alegrar un mobiliario soso o monocromático.
Los colores complementarios son ideales para crear ambientes desestructurados, rústicos y modernos al mismo tiempo, con colores contrastantes: el verde y el rojo, crean un espacio vibrante y lleno de vida. El color verde tiene la peculiaridad de formar múltiples tonalidades. También puedes manejar estilos y criterios de decoración completamente distintos utilizando dos colores como el azul y el verde que combinan a la perfección. Por ejemplo, el verde oscuro y el azul eléctrico crean ambientes muy agradables.
Si no te decides, siempre puedes optar por los colores fríos como los azules, los verdes y los violetas, en general producen una sensación de calma, tranquilidad y sosiego. Una buena recomendación para darle más alegría es añadir pequeños detalles en amarillo que marcan la diferencia y proporciona un efecto estimulante.
En conclusión, el uso ideal del color es aquel que integra en un mismo ambiente todos los conceptos de armonía y contraste. El objetivo es que la combinación de colores proporcione una sensación grata a la vista, equilibrada y serena.