Seguramente hace años que tienes el lavavajillas en casa. Funciona perfectamente y cumple una función más que necesaria, que es la de limpiar los platos y, además, ahorrar agua en cada lavado. Sin embargo, hay algo que no termina de convencerte de este electrodoméstico y es que cada vez que abres su puerta, notas un olor desagradable. Es el olor de todos los restos de alimentos que han ido quedando en el lavavajillas. Nosotros te vamos a dar unos consejos para que no tengas que volver a soportar dicho hedor.
Existen muchas y muy buenas soluciones caseras para conseguir que el lavavajillas huela bien y se mantenga en perfecto estado. Una de ellas es colocar medio limón en su interior y poner en marcha el electrodoméstico. Este alimento es un poderoso limpiador y ambientador natural. Es sí, evita que el limón lleve pepitas o podría obstruir el depósito del lavavajillas.
¿Dónde colocar el limón? Lo más apropiado sería ponerlo en la bandeja superior para que su zumo caiga sobre el resto del aparato y lo ambiente por completo. Si eres reacia a colocar medio limón o uno entero dentro del lavavajillas por si se pudiera estropear, también puedes cortarlo en rodajitas y colocarlo dentro de una bolsa con agujeros para que se permita que el zumo salga y deje buen olor en el lavavajillas.
Con bicarbonato sódico
Otro elemento natural para ambientar el lavavajillas es el bicarbonato sódico. Puede que alguna vez lo hayas usado para desinfectar el congelador o la nevera. Pues también sirve para el lavavajillas.
Antes de utilizarlo, deberás poner en marcha el lavavajillas y lavar bien los platos y vasos que haya en su interior. Una vez esté limpio, echa en el fondo del aparato una taza de bicarbonato y ciérralo. Es cuestión de horas que el olor desaparezca.