Las mamparas del cuarto de baño son muy útiles para no tirar agua fuera cuando estás dentro de la bañera y te estás aseando. De hecho, su elección está condicionada por dos factores: la funcionalidad y la estética. Este artículo está indicado para todos aquellos que tienen que comprar una mampara del baño. Te damos unas claves para que no te equivoques en tu elección.
Las mamparas más conocidas y quizá las que más se utilizan son las correderas. Y es que son ideales para cualquier tipo de ducha, ya sea redonda o rectangular. La mampara se desplaza a través de un riel y son cómodas y muy elegantes para el cuarto de baño.
Mamparas abatibles
También existe otro tipo de mamparas de ducha conocidas como abatibles. Son esas que emulan a una puerta. Tú tiras de ellas y se abren. Generalmente son mamparas de cristal. El único inconveniente es que se necesita tener un cuarto de baño muy amplio, ya que este tipo de mamparas se abren hacia afuera. Normalmente se recomienda utilizar este tipo de mamparas cuando los platos de ducha son cuadrados, dan un mejor efecto que otro tipo de mamparas.
Plegables
Seguramente recordarás cómo eran las primeras mamparas de ducha que se colocaban en los hogares. Eran plegables. Hoy en día todavía se pueden seguir adquiriendo este tipo de mamparas, si bien son materiales utilizados sobre todo en cuartos de baño pequeños, ya que estas mamparas ocupan mucho menos espacio que las otras.
Con hojas fijas
¿No te gustan las mamparas de ducha? No te preocupes, la última opción que te proponemos es solo para impedir que el agua se salga se la bañera y se empape todo el suelo. Se tratan de las hojas de mampara fijas. Son aquellas que instalas solo en la parte de los grifos dejando al descubierto la otra mitad de la bañera. Ideales para personas claustrofóbicas y a las que no les agradan las mamparas de ducha.