Una manera muy efectiva de dar carácter y personalidad a nuestro hogar es utilizando piezas que hagan de nuestra decoración algo único y, para ello, no hay nada mejor que utilizar muebles antiguos, siempre y cuando estén en buen estado.
A veces heredamos piezas que, por desgracia, se ven afectadas por carcoma o humedad y que, aunque nos encanten, hacen que su uso sea complejo. Puede ser que el paso del tiempo los haya deteriorado tanto que su aspecto no sea bonito, pero puede solucionarse.
Restaurar muebles
No es fácil restaurar muebles y, normalmente, lo mejor es acudir a un experto para que el acabado sea perfecto. Aún así, si sois un poco arriesgados, podéis intentar restaurar un mueble antiguo que no esté en un estado lamentable.
Los muebles antiguos tienen algo especial, son únicos, difíciles de encontrar y normalmente, suelen ser de muy buena calidad. Son perfectos para crear un mix de estilos en tu hogar, pues incluidos en una decoración moderna darán ese toque personal al espacio.
Normalmente los muebles antiguos suelen ser de madera y, siempre y cuando no estén afectados por carcoma o termita, lo que implicaría un tratamiento específico, con un decapado y una mano de pintura, podéis conseguir un resultado bastante aceptable.
Si la pieza presenta molduras, mármol o algún tipo de forro, el trabajo puede complicarse ligeramente pero, si la pieza es de calidad, os aconsejo que acudáis a un especialista que valore las posibilidades del mueble. Pensad que, normalmente, vale la pena una pequeña inversión para conservar un mueble que tenga historia entre las vetas de madera y, seguramente, cierto valor sentimental.